Buenos Aires/dpa
Tras su épica victoria ante Paolo Lorenzi, Carlos Berlocq besó a su esposa, saludó a su hijo y cumplió con el ritual: rompió por la mitad su camiseta mientras los espectadores argentinos gritaban de felicidad por su “Gladiador”.
El número 81 del ranking se transformó en el actor principal de la serie de Copa Davis que Argentina logró igualar 2-2 frente a Italia, en una jornada de tenis que estuvo dos veces interrumpida por un temporal de viento y lluvia.
“No me importa el ranking, sino dejar la vida en cada pelota”, dijo Berlocq tras 4:08 horas de juego frente a Lorenzi y luego de celebrar, una vez más, imitando al “Increíble Hulk”, el superhéroe de Marvel que se rompe la camiseta.
El argentino había sido el sábado el mejor de la dupla que conformó con Leonardo Mayer y que consiguió el triunfo ante los italianos Fabio Fognini y Simone Bolelli en el punto de dobles.
En el quinto set ambos salvaron un match point que, de haberlo logrado Italia, hubiera significado la eliminación del último campeón de la Copa Davis. Mayer convirtió el punto definitivo, pero la figura había sido Berlocq.
Con ese antecedente ingresó ayer al Parque Sarmiento, de Buenos Aires. Perdió el primer set -que estuvo interrumpido 2:30 horas por la lluvia-, ganó los dos siguientes, cayó en el cuarto -otra vez frenado por el temporal- y festejó en el quinto.
Primero lloró de emoción, después se abrazó con el capitán argentino, Daniel Orsanic, que confió en él para jugar el segundo punto, que fue derrota en cuatro sets frente a Andreas Seppi; el dobles del sábado y el singles. Once horas y 18 minutos de cancha en total para forzar un impensado quinto punto que se jugará hoy.
Sin Juan Martín Del Potro y Federico Delbonis, el héroe argentino ante Italia es Berlocq. La película, sin embargo, terminará hoy.