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Zoraya Urbina
@zorayaurbina
El Banco de Fomento Agropecuario (BFA) es el de mayor rentabilidad en el sistema financiero, ampoule pese a ser la más pequeña de las instituciones bancarias, porque ayuda a los sectores más vulnerables del país, asegura su Presidenta, Lilian Vega.
“Nosotros apoyamos a quienes están más “fregados”, por eso yo insisto en que la rentabilidad del Banco de Fomento Agropecuario es la más alta de todo el país, incluyendo la de los otros bancos del Estado”, destaca.
La funcionaria indica que en lo que va del primer año de Gobierno del Presidente Salvador Sánchez Cerén, se colocaron $148 millones en créditos, distribuidos de la manera siguiente: $26 millones, en el microcrédito; en el agropecuario, $85 millones y en crédito no agropecuario tradicional, $37 millones.
En el sector agropecuario, esto significó 83, 000 manzanas de granos básicos cultivadas, 65,883 de maíz y de café, 28, 900 manzanas, lo que generó cinco millones de jornales. Además, se financió semilla de maíz y semilla de frijol, con esto se produjeron aproximadamente, 142.000 quintales de semillas, de estas, 108 mil de maíz y 35 mil de frijol .
“Esa semilla que se produjo gracias al financiamiento del BFA, permitió sembrar 400 mil manzanas, es decir, dejamos un potencial de producción de 16.3 millones de quintales de maíz y 583 mil quintales de frijol, ¿qué implica esto? que el financiamiento del BFA apoyó la Política de Seguridad y Soberanía Alimentaria”, destaca.
Asimismo, subraya que el banco financió el 98,5% de todos los créditos agropecuarios, lo que significa que sólo el BFA financia los granos básicos, “en pocas palabras, quiere decir que no hay ninguna financiera, ninguna cooperativa que apoye los granos básicos como nosotros”.
De acuerdo a la presidenta de la entidad, el BFA estaba en un “hoyo financiero” tras los 20 años del gobierno de Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), el banco sufrió de una descapitalización, del uso no adecuado de los fondos, lo abandonaron como abandonaron la agricultura, dice. “Encontramos desde negligencia hasta corrupción, como que era un banco del cual podían hacer usufructo sin mayor problema”, enfatiza.
Es hasta en la administración del ex Presidente Mauricio Funes que se sentaron las bases para rescatar al banco, este dio un salto cualitativo en términos del servicio que ofrece a la población que requiere la atención. En el actual periodo y bajo su responsabilidad, se debe consolidar al BFA, dice Vega.
“Cuando yo lo recibí ya se había rescatado financieramente, ya se había logrado que el banco empezará llevar a cabo de mejor manera su función de banca de desarrollo, por eso a mí lo que me corresponde es consolidar esa función del banco”, añade.
El BFA vela por los sectores que la banca comercial no apoya porque son sectores riesgosos. “Como nosotros somos una banca de desarrollo nos especializamos en aquellos sectores que realmente producen empleo. Antes del primer Gobierno del Frente (Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, FMLN), el Banco de Fomento Agropecuario no llevaba a cabo una función de banca de desarrollo”, indica.
Dentro de los servicios que ofrecen: créditos agropecuarios; no agropecuarios tradicionales y micro créditos. Igualmente, un porcentaje alto de clientes que no corresponde ni al sector agropecuario, ni a la MYPE; tal como, empresas para reconversión energética, para energías renovables; educación y vivienda de interés social; su oferta también incluye consolidación de deudas, créditos para educación, entre otros.
Incluyen a las cooperativas del sector reformado, que son las que fueron abandonadas, pues se hizo la Reforma Agraria, luego ocurrió la Guerra Civil y se s abandonaron, varias s entraron en quiebra. “Con varias de estas cooperativas, hemos trabajado por muchos años para sacarlas adelante, es un proceso, hay algunas que ya tienen categorías A, otras que todavía falta. Con esto, se ayuda para mantener el parque cafetero”, explica.
Retos para consolidar
Lograr la capitalización del banco, hacer crecer la cartera de clientes, diversificar los productos financieros ,y mejorar el servicio son algunos de los retos que se plantea la Presidenta de la entidad.
Por el momento, el banco tiene una cartera judicial de varios millones que viene de épocas pasadas, la mayoría de ellas. En esta, hay cuentas por cobrar que datan de 2001. Si se lograra recuperar esa mora, se podría invertir para apoyar al sector agropecuario, manifiesta la funcionaria. Una sentencia a favor del banco los capitalizaría, indica.
La entidad está comprometida con la seguridad y la soberanía alimentaria porque son las funciones del BFA, “lo importante es que nosotros apoyamos sectores productivos tradicionalmente excluidos de la banca comercial, por ejemplo, el micro crédito que nosotros damos no se lo va a dar ningún otro banco del sistema y si lo hicieran, sería con tasas mucho más altas que las nuestras”.
Asegura que en el país no hay ninguna microfinanciera o caja de crédito que tenga menor tasa de interés que ellos. “A este banco vienen todos los que no son atendidos en los otros pagos del sistema financiero, la rentabilidad social del banco no la tiene ningún otro de este país, nosotros somos el banco del Estado y del sistema financiero con la mayor y más alta rentabilidad social”, resume.
