Tomado UNIVISIÓN
Mientras el asunto del límite del techo de la deuda sobrevuela sobre el gobierno de Estados Unidos y amenaza con un inédito ‘default’, el presidente Joe Biden abrió este jueves el que posiblemente será un álgido debate en el que puso sobre la mesa un presupuesto federal que reduciría el déficit en casi $3 billones (trillions en inglés) durante la próxima década.
Ello es visto como un desafío a los republicanos de la Cámara de Representantes que exigen recortes al gasto federal a cambio de elevar el límite legal de endeudamiento del gobierno federal. A pesar de esas exigencias, el Partido Republicano no ha presentado una propuesta hasta el momento, más allá de un rotundo ‘no’ a un plan presupuestario que podría convertirse en la columna vertebral de una futura campaña de Biden por la reelección en 2024.
Es poco probable que el paquete de prioridades de impuestos y gastos de Biden sea aprobado por la Cámara o el Senado sin modificaciones. El líder de la minoría del Senado, Mitch McConnell, ya ha dicho que el plan “no verá la luz del día”, una señal de que podría servir principalmente como advertencia de lo que se viene para las elecciones de 2024.
Biden quiere subir los impuestos a los ricos para limitar el endeudamiento federal, revirtiendo los recortes de impuestos con que Donald Trump en 2017 benefició a las personas que ganan más de $400,000.
Cómo busca Biden bajar el déficit federal
Con estos ingresos adicionales, la administración Biden buscaría mejorar Medicare, el programa de seguro médico para adultos mayores de 65 años.
Biden propone un impuesto sobre los ingresos superiores a $100 millones que apuntaría a los multimillonarios y elevar el impuesto que pagan las empresas por la recompra de las acciones que cotizan en la bolsa de valores. Asimismo aquellos que ganen más de $400,000 tendrían un impuesto adicional al Medicare que ayudaría a mantener la solvencia del programa más allá del año 2050.
El presupuesto busca, además, cerrar un vacío que permite a los administradores de fondos de cobertura y otros individuos de altos ingresos pagar sus impuestos a una tasa más baja, y evitar que los multimillonarios puedan reservar grandes cantidades de sus tenencias en cuentas de jubilación con beneficios fiscales, según un funcionario de la administración. El plan también proyecta un ahorro de $24,000 millones durante 10 años al eliminar un subsidio fiscal para las transacciones de criptomonedas.
El plan presupuestario de Biden que había sido adelantado previamente en el día contempla también:
- Ampliar la capacidad de Medicare para negociar los precios de los medicamentos, ahorrando aproximadamente $160,000 millones durante una década.
- Subasta de derechos del espectro radioeléctrico, generando $50,000 millones.
- Nuevas medidas para reducir el robo de identidad y el fraude del seguro de desempleo.
- Apuntar a las compañías de seguros que cobran de más a Medicaid, con ahorros anticipados de $20,000 millones a través de reembolsos al gobierno.
- Poner fin a los subsidios valorados en $31,000 millones para las compañías de petróleo y gas.
- Eliminar una exención fiscal de $19,000 millones para los inversores inmobiliario.
Cómo el presupuesto de Biden es un desafío para los republicanos
El presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, ha pedido que el gobierno se encamine hacia un presupuesto equilibrado, no deficitario.
Pero al tiempo, los legisladores republicanos se niegan a aumentar los impuestos o recortar los gastos de la Seguridad Social y Medicare, lo que hace virtualmente imposible el equilibrio presupuestario sin correr el riesgo de una reacción negativa de los votantes antes de las elecciones presidenciales. McCarthy dijo a la agencia AP que la publicación de su plan se ha retrasado porque la propuesta de Biden apenas se está emitiendo.
El líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer, en un discurso el lunes, expresó sus dudas respecto a que McCarthy tenga algún plan coherente en torno al cual los republicanos de la Cámara puedan unirse. “Basta de esquivar, basta de excusas”, dijo Schumer. “Muéstranos tu plan. Y luego muéstrenos cómo obtendrá 218 votos de su lado del pasillo”.
La nueva meta de reducción del déficit de Biden es significativamente más alta que los $2 billones que había prometido en su discurso sobre el Estado de la Unión el mes pasado.
Es un momento delicado, pues la economía estadounidense ya en un estado frágil debido a la alta inflación. Si Biden y el Congreso no se han podido poner de acuerdo para aumentar el límite de deuda legal de $31.4 billones para este verano, el gobierno podría entrar en incumplimiento de pagos y desatarse una recesión.
Por qué es importante el plan de Biden si no se va a aprobar como fue presentado
Rohit Kumar, un exasistente de McConnell que ahora es ejecutivo de la consultora fiscal PwC, dijo que el plan de Biden sí importa «en términos de exponer ideas». Kumar apunta que, si Biden ganara un segundo mandato, los elementos de su plan de gastos podrían ser parte de unas hipotéticas negociaciones en 2025 sobre las disposiciones que expiran de los recortes de impuestos de Trump en 2017.
Dado el alcance de la reducción del déficit en la propuesta de Biden, dijo Kumar, es poco probable que el plan del presidente identifique qué partes de los recortes de impuestos que expiran planea mantener, ya que también ha prometido no aumentar los impuestos a nadie que gane menos de $400,000.
Pero aunque la Casa Blanca ha dicho que los planes republicanos aumentarían los déficits en $3 billones,alrededor de $2.7 billones de ese total provienen de la renovación de todos los recortes de impuestos de la era Trump, que favorecieron desproporcionadamente a los ricos.
La propuesta de presupuesto de Biden revertiría parte de la ley de 2017, aumentaría la tasa impositiva marginal máxima al 39.6% para ingresos superiores a $400,000. Para los hogares con ingresos de $1 millón, las ganancias de capital, como acciones o ventas de propiedades, ya no disfrutarían de una tasa impositiva con descuento en comparación con los salarios.
El presidente aumentaría la tasa del impuesto corporativo al 28% y subiría también la tasa impositiva sobre las ganancias extranjeras de las multinacionales estadounidenses del 10.5% al 21%.
En febrero, la no partidista Oficina de Presupuesto del Congreso estimó que la deuda nacional en poder del público crecerá en más de $20 billones durante la próxima década. La deuda pública, que refleja el impacto acumulativo de los déficits anuales, equivaldría al 118% del Producto Interno Bruto, frente al 98% de este año. El presupuesto de Biden reduciría la deuda, aunque aún sería alta en relación con los niveles históricos.