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Gloria Silvia Orellana
@GloriaCoLatino
Los pies desnudos sobre la grama, la música de acordes suaves y los movimientos libres de manos y cuerpos conceptualiza de forma íntegra la Biodanza. Movimiento, grupo, música y vivencia, explica Cecilia Pocasangre, maestra en este sistema de integración humana, renovación orgánica, reeducación afectiva y reaprendizaje, como documentó su creador Rolando Toro.
“La biodanza es un espacio moldeado por la música, personas, danza o movimiento, podemos decir, que nos ayuda a encontrarnos, nos ayuda a crecer espiritualmente, física y mentalmente a mejorar nuestras relaciones y tiene un gran beneficio para la vida de las personas”, afirmó.
Sobre las raíces de la Biodanza, señaló que tiene un concepto muy latino, creado por el chileno Rolando Toro, de profesión psicólogo, además de antropólogo y artista, que en su trabajo en un hospital psiquiátrico dejó una metodología de inducir vivencias integradoras por medio de la música, canto y el movimiento.
“Fue aprendiendo él mismo de esta experiencia, luego se fue expandiendo y no solo fue música vital, como lo hacía en el psiquiátrico, sino para trabajar en cinco líneas: afectividad, trascendencia, vitalidad, creatividad y sexualidad, entonces, la biodanza tiene un objetivo fundamental que es recuperar la alegría de vivir, volvernos a conectar con la naturaleza y con nosotras y nosotros mismos y el universo”, explicó.
En los entornos públicos y privados, así como las diversas expresiones de violencia que golpea a la sociedad salvadoreña, consideró la maestra de Biodanza que era un elemento fundamental para abordar este tipo de situaciones y escenarios colectivos.
“La biodanza es profunda porque toca el ser, nos ayuda a serenarnos, nos permite encontrar paz, encontrar el amor fraterno, aquí le llamamos el amor indiferenciado, el amor que nos podemos tener todos y todas. Es el amor a la vida incluyendo todos los seres del planeta. Creo que esa parte espiritual, nos falta mucho, no trabajamos ninguna religión acá en Biodanza, pero la espiritualidad y trascendencia la trabajamos y eso muy importante”, explicó.
Claudia Beatriz Barahona y Linda Quezada, también son maestras de Biodanza en el país, quienes señalaron que este sistema es una aceleración de procesos integrales a nivel psicoterapéutico, que es de beneficio para hombres, mujeres, niñez y adultos mayores.
“Creo que lo fundamental es reconocer que la biodanza es considerada un método psicoterapéutico, envuelto en las metodologías que son no verbales u otras técnicas como el arterapia. La biodanza, que es un arte por la vida, utiliza el cuerpo a través de la danza, el movimiento, la música, no se habla en ningún momento, es parte de la metodología y son experiencias grupales interesantes”, aclaró.
Lo que esperan como maestras de biodanza, añadió Barahona, en sesiones de 45 minutos a una hora, es lograr por medio de la danza estadios de sanación interior para cada persona o grupos asistentes.
“Todas esas líneas que se trabajan, como mencionó Cecilia, deben ser una sola por sesión, puede ser solo la creatividad o solo trascendencia o vitalidad, para ir profundizando poco a poco. Y un grupo puede tener todo un proceso de crecimiento juntos, pero también hay grupos abiertos en los que pueden participar no necesariamente las mismas personas, y siempre pueden participar múltiples de la danza en donde se utiliza el cuerpo para la expresión de nuestras emociones”, reiteró.
La Biodanza es considerada una herramienta muy útil para la salud mental grupal y personal, que puede ser aplicada en lugares de trabajo, escuelas, en e concepto del “auto cuido”, sacando de la rutina a las personas, que ha generado buenos resultados en la salud física de las personas, que profesores argentinos, discípulos de Rolando Toro, instruyeron hace cinco años a maestras salvadoreñas.
“Aquí hemos recibido a personas de toda edad, desde mamás con sus niñas o niños de 10 años, aunque existe una especialización solo para niños y niñas; pero aquí es abierto y pueden venir hombres y mujeres. El deseo de experimentar y de optar por otras cosas para sacar toda esa carga por la violencia que vivimos a diario.
Es bueno saber que hay opciones y podemos incorporarlas a tu vida personal y tu decisión de crecer y buscar otras alternativas para realizarnos”, acotó Linda Quezada.
En la Biodanza hay muchos géneros de música desde Los Beatles hasta Vivaldi, que expertos musicólogos adaptaron para incorporarlas a este método psicoterapéutico. Música que debe contar letras de reflexión, para estimular a la persona o grupos. Biodanza se realiza cada 15 días, los sábados a las 2 de la tarde, en el Parque Cuscatlán, cerca del Tin Marín.
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