Luis Ponce
@luisponcebe
Hacer cine en El Salvador es todo un desafío. La falta de financiamiento y de una carrera especializada en el tema son algunos de los principales problemas con los que se enfrentan las personas que ejercen este arte. Más aún cuando los temas son escabrosos o tabús, como el aborto, en el país con una de las legislaciones más duras en el tema a nivel mundial. Sin embargo, un grupo de productores desafiaron el sistema y produjeron: Blanca, Oscura, Negativa.
Blanca, Oscura, Negativa es una miniserie documental-dramática-policial que aborda el tema del aborto desde la experiencia de Cristina Quintanilla. Ella es una mujer que en 2004 sufrió un parto extrahospitalario, fue llevada inconsciente al hospital, despertó en una camilla a la que fue esposada, fue enjuiciada y condenada a treinta años de prisión en un juicio donde la autopsia del bebé no determinó la causa. Quintanilla fue condenada por no poseer los recursos para costear una defensa justa, pues la persona que el Estado le proporcionó ni siquiera sabía su nombre el día del juicio.
La serie que se transmitirá a partir de este domingo 14 de julio a las 9:00 de la noche por Canal 33, plantea un punto de partida para un buen debate sobre el tema. Especialmente en El Salvador uno de los países que aún no legisla a favor de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, y tiene vigente la penalización absoluta en caso de aborto, lo cual abre posibilidades para que cualquier embarazo extrahospitalario sea manejado bajo la perspectiva de enjuiciamiento y castigo.
Así lo menciona Luis Felpeto, productor de la serie pues en el país existen más de una veintena de mujeres condenadas por “homicidio agravado” en perjuicio de sus hijos, y en muchos casos, la autopsia se resume en “blanca, oscura, negativa”, que significa que no se pudo esclarecer la causa y no hay pruebas para ser condenadas.
Andrea Bilbao productora de la serie, también enfatiza en que la serie es una voz de denuncia contra un sistema judicial que condena a las mujeres por el hecho de ser mujeres; pero sobre todo por ser pobres. En ese sentido, remarca que no existen denuncias de casos de aborto en hospitales privados o personas de clase alta condenadas por este delito, lo que apunta a una encarnación viva de las palabras de San Óscar Arnulfo Romero: “La justicia es como la serpiente, solo pica al descalzo”.
Esmeralda Ramos productora de la serie expresa un punto empático que la llevó a involucrarse en este trabajo: Cristina y ella vivieron en la misma colonia. Misma donde sucedió el parto y donde se ejerció todo un juicio social de condena contra la madre. La investigación en ese sentido llevó casi dos años. Desde explorar el mundo judicial, pidiendo todos los documentos sobre el caso, hasta la grabación, edición y post producción.
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