Por Madeleine Coorey
Sidney/AFP
El rompehielos chino «Xue Long», que ayudó a evacuar a los pasajeros de un buque ruso varado en el hielo de la Antártida, se ha quedado a su vez bloqueado, indicó este sábado una fuente oficial australiana.
«El intento del ‘Xue Long’ de abrirse paso en el hielo esta mañana no tuvo éxito», indicó en un comunicado la Autoridad de Seguridad Marítima Australiana (AMSA).
«El ‘Xue Long’ ha confirmado a la AMSA que está bloqueado por el hielo», añadió el texto.
El jueves, el helicóptero del rompehielos chino permitió evacuar a un barco australiano, el «Aurora Australis», a los 52 pasajeros de un buque ruso varado en el hielo de la Antártida desde el 24 de diciembre.
El buque chino ha señalado que no sufre ninguna avería, que está en seguridad y que no pide asistencia, según el texto de la autoridad marítima australiana.
«No hay ningún peligro inmediato para la tripulación del ‘Xue Long'», añadió la AMSA, precisando que el rompehielos dispone de víveres para varias semanas.
Por su lado, el buque ruso, el «Akademik Shokalskiy», sigue varado en el hielo de la Antártida a unas 100 millas náuticas al este de la base francesa Dumont d’Urville, con 22 tripulantes a bordo.
Los 52 pasajeros rescatados, científicos y periodistas entre los que hay un argentino, una chilena y una chileno-australiana, están ahora en el buque australiano «Aurora Australis».
Inicialmente, este buque recibió la orden de quedarse por la zona para ayudar al «Xue Long». Pero este sábado, la AMSA señaló que el barco puede continuar su viaje a la base antártica australiana de Casey, para desde allí dirigirse al puerto de Hobart, en la isla de Tasmania.
De esta forma, el «Akademik Shokalskiy» y el «Xue Long» se prestarán asistencia mutua en los próximos días, puntualizó la AMSA.
Los científicos se enfadan
La misión de rescate del buque ruso, en la que inicialmente participó (sin éxito) un barco francés, el «Astrolabe», ha perturbado los programas de investigación en curso en la Antártida, en pleno verano austral, lo que ha despertado enfado en la comunidad científica.
Yves Frenot, director del Instituto Polar francés, lamentó que el rescate haya consumido recursos de las misiones científicas francesa, china y australiana en la Antártida.
La desviación del «Astrolabe», concretamente, obligó a los científicos franceses a anular una campaña oceanográfica de dos semanas este mes, en la que debía participar el susodicho buque rompehielos.
Y con todo, «somos relativamente afortunados», puntualizó Frenot.
«Los chinos han tenido que cancelar todo su programa científico previsto, y mi colega director del Instituto polar australiano está furioso, porque se le ha ido por la borda toda la campaña» de verano, añade Yves Frenot.
Frenot considera «normal» ayudar a un barco en dificultades, pero lamenta el tiempo que ha hecho perder una «expedición pseudocientífica», y pide que el turismo en la Antártida se regule mejor.
Los pasajeros del buque ruso estaban reproduciendo la expedición histórica efectuada hace un siglo en la Antártida por el explorador australiano Sir Douglas Mawson.
Para Frenot, «este tipo de expediciones conmemorativas no tienen ningún interés científico».