Mauricio Vallejo Márquez
Escritor y coordinador
Suplemento Tres mil
Soy tan fan de Bob Dylan como de un libro antiguo. Los puedo ver de lejos y admirarlo, pero eso no quiere decir que me sumerjo en su interior. Sin embargo, saber que a un poeta y judío le dan un premio me alegra, por esa nostalgia de la sangre. No voy a dudar nunca de su calidad, mucho menos teniendo amigos conocedores que lo admiran. Así que lo leeremos, y poco a poco podremos amarlo u odiarlo, pero según veo no podemos pasarlo por alto, es el premio Nobel de literatura del 2016.
Y en esta semana he tenido dos noticias así de agradables, porque Jorge Galán obtuvo dos premios: Casa de las Américas y el premio de la RAE 2016. Recuerdo cuando lo veía de niño y él era ya un adolescente, en ese tiempo lo conocí como George, cuando visitaba a sus tíos en la Santa Clara. Me parecía serio, y lo es, pero igual tiene su calidez de poeta (sino como escribiría lo que escribe).
Su novela Noviembre me dio un buen gusto cuando la leí y escribí de ella, no me imaginé que le abriría las puertas de esa forma. No entiendo como algunos no pueden alegrarse de que un salvadoreño nos represente y le diga al mundo que existimos, sé que vivimos una gran violencia y que muchos nos quedamos acá porque no nos queda otra salida. Yo me alegro por Jorge, aunque me entristece que este viviendo un exilio, y por El Salvador. Ahora estamos en el mapa mundial gracias a él y a su novela Noviembre.
Estos dos escritores estuvieron en boca del poeta español Benjamín Prado, hace un buen tiempo cuando conversamos. Así como cita a Dylan en las páginas de sus libros, que mi buen amigo y poeta Wilfredo Arriola me repite hasta la saciedad. Creo que ya desde ese entonces auguraba Prado que el Nobel era cosa para el buen Dylan, y al parecer no erró, un cantautor es un poeta. ¿Acaso negaremos que Silvio Rodríguez, Luis Eduardo Auté, Fito Paez, Ismael Serrano, Alejandro Filio, Fernando Delgadillo, Pedro Guerra, Joan Manuel Serrat, Pablo Milanés son poetas? Digo, por citar algunos. Porque escritores de canciones hay cientos que podrían merecer el galardón, incluso Joaquín Sabina, y porque no decir que es poeta Álvaro Torres también, así como Juan Gabriel (aunque me tiren piedras los absurdos preceptores censuradores de todo del país). La poesía es hermana de la música, y requiere las técnicas de la versificación para asegurar el ritmo, además de múltiples figuras literarias para que logren generar el impacto deseado, no es cuestión solo de estribillos. Sin duda requiere clase, escuela y talento para hacer una canción digna que se posicione en los corazones más que en las listas de preferencia de las radiodifusoras.
Y eso me hace pensar que solo es cuestión de tiempo para que tengamos nuestro primer premio Nobel: Jorge Galán. ¿Por qué no? Tiene la calidad, es conocido en el mundo, seguirá creciendo. Estoy seguro de que solo es cuestión de tiempo para que sea nominado y espero que lo llegue a ganar. Para mí sería un hermoso premio, no sólo porque ha sido un escritor tenaz y disciplinado, sino porque ha sabido luchar contra el estigma del salvadoreño mediocre y eso le dará su lugar en la historia.
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