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Buenos Aires/dpa
Boca Juniors pasó de ser uno de los que más prometía para esta temporada en el fútbolargentino a perderse en una pesadilla que, por ahora, tuvo su punto mas alto en la goleada que sufrió ante San Lorenzo en la final de la Supercopa. Con la derrota por 4-0 en la noche del miércoles, Boca extendió su mal momento, algo que queda reflejado en las estadísticas.
El «xeneize» ganó solo un partido de los siete que disputó en el año -incluso, perdió dos superclásicos amistosos ante River- y por quinta vez no convirtió goles pese a contar con delanteros estrella como Carlos Tevez y Daniel Osvaldo.
La tensión del plantel quedó clara tras la goleada ante San Lorenzo. El arquero Agustín Orion estalló en el vestuario. «Somos una máquina de perder finales», gritó. «Nos hacen un gol y nos comemos cuatro, qué carajo nos pasa», siguió.
Los gritos de Orión fueron escuchados por la prensa en la puerta del vestuario. Luego, cuando Tevez salió los periodistas le consultaron al atacante sobre el episodio.
«Son calenturas. Es la primera final que pierdo desde que estoy en Boca… Cada uno puede decir lo que quiera, estábamos en una reunión y eso queda ahí y cada uno respeta al otro, como tiene que ser», dijo el ex delantero de la Juventus, que días atrás reconoció su bajo nivel, algo a lo que no le encuentra respuesta.
«Hay que empezar a correr, a meter, a ser un poco más humildes y no creerse que es un ‘dream team'», añadió Tevez, en alusión a un plantel que también cuenta en sus filas con Fernando Gago, entre otras figuras.
«San Lorenzo nos gana sólo corriendo», observó el delantero, que sostuvo que Temperley «metiendo y corriendo» igualó «la mejor técnica» que tiene Boca, en referencia al empate de la primera fecha del torneo local.
Tevez hizo un reparto de las responsabilidades por el pobre rendimiento del equipo, que la última temporada fue campeón del torneo local y de la Copa Argentina.
«La culpa no la tiene sólo el Vasco (el entrenador, Rodolfo Arruabarrena). Tenemos un promedio de seis o siete jugadores que están bajos», aseguró.
La continuidad de Arruabarrena había sido puesto en duda antes de la final ante San Lorenzo. Sin embargo, el presidente de Boca, Daniel Angelici, había afirmado que el entrenador no dependía de un resultado.
Tras la goleada, Arruabarrena dijo que tiene las «fuerzas» para seguir al frente del equipo. «Así como están dolidos los jugadores, yo también lo estoy. Somos autocríticos», dijo.
«Soy la cabeza del grupo y soy el primer responsable. Cuando ante la primera adversidad no hay reacción, el sistema no funciona», analizó el director técnico.
«Ante los resultados negativos la confianza se va desgastando. Ahí tienen que estar el entrenador y los jugadores para revertir esto», dijo Arruabarrena.
El plantel de Boca se entrenó hoy en ambiente marcado por el silencio. Incluso, la habitual charla que da el técnico al inicio de los entrenamientos duró no más de cinco minutos y fue de las más breves que se recuerden.
