Buenos Aires/Argentina/AFP
Boca Juniors llevará en un autobús blindado a su plantel al estadio Monumental el domingo para el superclásico con River Plate, para protegerse de otro eventual ataque de hinchas como el que obligó a suspender la vuelta final por la Copa Libertadores-2018 entre ambos equipos.
“Llevaron un auto al predio de Boca en Ezeiza (al sur) con los mismos vidrios blindados del bus y los jugadores le pegaron con una maza pero no se rompen”, relató a la prensa local el chofer boquense Darío Ebertz.
El 24 de noviembre pasado, grupos de fanáticos arrojaron piedras y botellas contra el vehículo a cuatro calles del estadio e hirieron a varios jugadores. El encuentro se suspendió, en un escándalo que tomó dimensión internacional.
La Conmebol impidió que el 2-2 del partido de ida en el estadio ‘xeneize’ La Bombonera se jugara en Argentina y exportó el más vibrante superclásico de todos los tiempos al Santiago Bernabéu de Madrid, donde los ‘millonarios’ ganaron la Copa con un inapelable 3-1.
“Se rompe el vidrio de la parte de afuera, se astilla, pero para adentro no pasa nada. Tiene doble vidrio con una lámina de espesor muy gruesa en el medio”, dijo el conductor que el año pasado perdió el control del volante y un dirigente pudo tomarlo para llegar hasta la cancha.
Los eternos rivales del fútbol argentino se medirán por la quinta fecha de la Superliga. Los de azul y oro están punteros junto a San Lorenzo con 10 unidades y los del barrio porteño de Nuñez figuran quintos con 7 puntos.
Una nueva versión del superclásico podría jugarse por las semifinales de la Libertadores-2019 si esta semana Boca elimina a Liga de Quito, tras vencerla de visitante 3-0, y River supera el escollo de Cerro Porteño de Paraguay, al que doblegó 2-0 de local.