La Paz / AFP
Bolivia producirá 350.000 toneladas de cloruro de potasio anuales en una nueva planta industrial inaugurada el domingo por el presidente Evo Morales, en el marco de la estrategia del gobierno para la industrialización del litio.
El Estado boliviano ha invertido 188 millones de dólares en esta planta, situada en la localidad de Llipi, en Uyuni, donde se encuentra el mayor desierto de sal del mundo, en el departamento de Potosí.
El gobierno espera recuperar la inversión en cinco años.
«Es un orgullo para los bolivianos, esta planta cien por cien de los bolivianos y con plata de los bolivianos, eso nunca en la historia había antes», dijo el presidente en el acto, según informó la agencia de noticias estatal Abi.
El cloruro de potasio que producirá la nueva planta se destinará como fertilizante a la industria agrícola.
Según el presidente, con esta nueva producción, Bolivia se sitúa en el noveno lugar de la industria de cloruro de potasio en el mundo y en el tercero de Sudamérica.
La planta forma parte de un plan estratégico para producir hidróxido de litio, de cátodos y posteriormente baterías de litio, un material clave para el almacenamiento de la energía.
La primera fase de la industrialización de litio en Bolivia comenzó en 2012, con el desarrollo del proceso tecnológico y la producción de plantas pilotos de fertilizantes.
En 2015 se inició la construcción de las plantas industriales de cloruro de potasio y carbonato de litio para exportación.
Una fase posterior contempla la producción de baterías de litio.
Con el incremento de los autos eléctricos y el desarrollo de baterías para artículos tecnológicos, el mercado del litio se vislumbra auspicioso para los países con reservas de este mineral, liderados por Chile, Argentina y Australia.
Bolivia, con las mayores reservas de litio del mundo, en el salar de Uyuni, donde también se encuentran enormes reservas de potasio, boro y magnesio, se encuentra muy lejos todavía de estos actores mundiales.
Se prevé que la demanda de litio alcance en 2030 un millón de toneladas de LCE (carbonato de litio equivalente), contra 201.000 toneladas en 2016.