La Paz / PL
Bolivia perdió nueve mil 576 millones de dólares por la »enajenación» de siete empresas estratégicas del Estado, reflejó el informe de la Comisión de Investigación del periodo neoliberal que sigue a debate hoy en la Asamblea Legislativa.
La enajenación, capitalización y privatización de empresas públicas estratégicas está alrededor de los nueve mil 500 millones de dólares, declaró el presidente de esa comisión legislativa, Rubén Medinacelli.
En específico, se refirió a la Empresa Nacional de Energía (ENDE), Empresa Nacional de Telecomunicaciones (Entel), Lloyd Aéreo Boliviano (LAB), Empresa Nacional de Ferrocarriles del Estado (ENFE), Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), la Corporación Minera de Bolivia (Comibol) y la Empresa Metalúrgica Vinto (EMV).
Medinacelli recordó que antes de los gobiernos neoliberales Bolivia contaba con 212 empresas, de las que siete eran estratégicas, porque sus excedentes económicos se destinaban a potenciar el sector productivo y atender los requerimientos de la población.
Añadió que la enajenación de esas empresas se generó durante el primer gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada (1993-1997), que proponía capitalizar a las empresas estratégicas con el fin de doblar sus ganancias, promesas que ‘no se cumplieron’.
Al respecto, explicó que el proceso de capitalización comenzó con una campaña a nivel nacional e internacional para promocionar a las empresas estratégicas bolivianas en Estados Unidos, Canadá y Europa, con el fin de captar inversionistas.
El senador reveló que el gobierno de Sánchez de Lozada utilizó diferentes estrategias para volver deficitarias a las entidades estatales y tener un pretexto para privatizarlas.
Puso como ejemplos a YPFB, al comentar que el Estado entregó 30 campos hidrocarburíferos en concesión con ‘valor cero’, y a ENFE, pues se rebajó un 67 por ciento el costo de la tarifa de transporte carga, se afectó fuertemente la economía de esa empresa, y se obtuvo el pretexto para capitalizarla.
El informe de la comisión evidenció también que el Estado boliviano gastó más de 297 millones de dólares para llevar adelante el proceso de capitalización.
Medinacelli agregó que la capitalización de ENDE provocó un daño superior a los 26 millones de dólares, a Entel 484 millones, a LAB más de 50 millones, a ENFE más de 86 millones y con YPFB el daño superó los ocho mil 448 millones.
La privatización de las restantes dos empresas, Comibol y EMV, provocó un daño económico al Estado superior a los 476 millones de dólares, que, sumados a los anteriores, completan la cifra de nueve mil 576 millones de dólares.
Los estragos en estas corporaciones estratégicas forman parte del gran perjuicio del período neoliberal (1985-2005), que según esta exhaustiva investigación de dos mil 700 páginas, halló un daño económico de unos 21 mil millones de dólares e identifica a 55 responsables.