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Bolivia Leaks desnuda conspiración de Estados Unidos contra proceso de cambio

Por Carmen Esquivel Sarría
La Paz/PL

El libro Bolivia Leaks: La injerencia política de Estados Unidos contra el proceso de cambio, presentado aquí, constituye un documento revelador de cómo se orquestó el golpe de Estado de 2008 para intentar frenar la Revolución.

«La conspiración no fue un invento, está retratada en este libro», dijo anoche en la presentación de la investigación el vicepresidente Álvaro García Linera, y añadió que los cables de WikiLeaks muestran la guerra impulsada por Washington para debilitar, asfixiar y bloquear el proceso iniciado en 2006.

El texto, coordinado por el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, y con la coautoría de Fernando Torres, Jessica Suárez, Loreta Tellería e Iván Fernando Mérida, parte de los documentos del Departamento de Estado norteamericano filtrados a través del sitio WikiLeaks en 2010.

Aquí están los encuentros de la embajada estadounidense con los opositores, medios de prensa, líderes sociales, dirigentes del ejército y la policía, y toda la trama para intentar derrocar al presidente Evo Morales en 2008, dijo García Linera.

Recordó el vicemandatario que seis meses antes del intento golpista ya la embajada estadounidense hablaba de muertos, de escenarios de conflicto, de la posibilidad de dinamitar los pozos de gas y de la toma de instituciones.

Tenían un diseño de cómo se fue orquestando este proceso de golpe de Estado para intentar parar la revolución y, no porque lo decimos nosotros, sino porque lo dicen ellos en sus propios cables, advirtió García Linera.

A la presentación del libro, efectuada en la sede de la vicepresidencia, asistieron más de 200 personas, entre ellas funcionarios del Gobierno, diputados y miembros del cuerpo diplomático acreditado aquí.

«Si tuviéramos que llevar a Estados Unidos ante un Tribunal Penal Internacional por los crímenes cometidos, afortunadamente tenemos la prueba más irrefutable: los cables que sus propios embajadores han escrito durante los últimos años», dijo el ministro de la Presidencia.

Denunció Quintana que Philip Goldberg, el embajador norteamericano expulsado de este país por injerencia en 2008, escribió con su puño y letra todas las reuniones que mantuvo con dirigentes de partidos de la derecha y acciones conspirativas y subversivas que estaba promoviendo en Bolivia.

«El imperio no tiene escrúpulos para destruir, derrotar y pulverizar a gobiernos democráticos, mucho menos si son elegidos por mayoría aplastante de sus pueblos», afirmó el ministro.

En declaraciones a Prensa Latina, Iván Fernando Mérida, uno de los coautores del libro, explicó que la investigación duró siete meses y los cables de WikiLeaks revelaron el verdadero peligro de la política injerencista de Estados Unidos no sólo para Bolivia, sino para el mundo.

Categories: Mundo
Redacción Internacionales:
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