Telesur
Ante los intentos de sectores de derecha de desestabiliza el país, miles de bolivianos se concentran en diferentes puntos del país para el “Wiphalazo”, un evento organizado para desagraviar el símbolo patrio reconocido por la Constitución.
Estas movilizaciones proyectadas por las organizaciones sociales y denominada como el “Gran Wiphalazo”, se extenderá a los nueve departamentos del país y tiene por objetivo reivindicar la unidad e identidad cultural del pueblo.
Como un encuentro por la unidad de la patria y para consolidar la identidad de los bolivianos calificó el presidente de la Cámara de Diputados, Freddy Mamani, la movilización en defensa de la Wiphala.
El parágrafo II del Artículo 6 de la Constitución Política del Estado establece que la bandera tricolor rojo, amarillo y verde, y la Wiphala son símbolos oficiales del Estado.
Las manifestaciones de este martes se producen en el marco del Día de la Resistencia Indígena en oposición a la conmemoración del inicio de la Conquista española, que cada 12 de octubre recuerda la llegada de los españoles al continente americano en 1492.
Los actos se realizarán en los nueve departamentos del país y en tres de ellos: Santa Cruz, La Paz y Cochabamba, se tendrá la presencia del presidente Luis Arce, que estará acompañado de otros representantes del partido Movimiento Al Socialismo (MAS).
Hoy, diferentes organizaciones se concentran en las principales zonas del país para reivindicar este símbolo nacional. Según un reporte de Bolivia TV, las personas se dan cita en Yacuiba, Trinidad, Riberalta, Oruro, El Alto, Sucre, entre otras ciudades.
La Wiphala es un símbolo sagrado y ancestral. Identifica el sistema comunitario basado en la equidad, la igualdad, la armonía, la solidaridad y la reciprocidad.
Respecto al Paro Nacional convocado por grupos de derechas vinculados al golpe de Estado de 2019 contra el expresidente Evo Morales, tuvo una baja adhesión en los distintos departamentos del país sudamericano de acuerdo a distintos medios de información locales y la valoración del Gobierno de Luis Arce.
De acuerdo al vocero presidencial Jorge Richter, la convocatoria a que se paralizara el país no tuvo la respuesta que se esperaba y, por el contrario, tuvo una baja adhesión y aseguró que el país trabajó de manera absolutamente normal en su gran extensión territorial. Además, rechazó la advertencia a un nuevo paro.