Gosford/Australia/AFP
Ante 10.000 espectadores, Usain Bolt, la leyenda del atletismo, debutó este viernes como futbolista en Australia, en un amistoso entre su equipo Central Coast Mariners y una formación ‘amateur’, frente a la que el jamaicano disputó 20 minutos, todavía con falta de ritmo.
El exatleta de 32 años generó muchísima expectación en Gosford, al norte de Sídney, para un partido muy especial para él, que se ha instalado en Australia para poder cumplir su sueño de ser futbolista.
Bolt, que espera poder conseguir un contrato profesional antes del inicio de temporada, apenas ha tenido unas sesiones de entrenamiento con sus compañeros y comenzó el amistoso en el banquillo de suplentes.
Ante un rival muy débil, vio cómo su equipo no tardaba en celebrar el primer gol de su equipo, después de apenas 20 segundos. Bolt, como buen compañero, aplaudió a su compañero Jack Clisby desde el banco por esa acción.
Los Mariners dominaban ya 5-0 en el descanso y el ocho veces oro olímpico, protegido con guantes para una noche fría en el invierno austral, calentaba con estiramientos y trotando en la banda, mientras chocaba sus manos con algunos aficionados que le saludaban desde la primera fila de la grada.
Llegó el momento que todos esperaban: el ‘Rayo’ Bolt entró en juego en el minuto 71, luciendo el número 95 a la espalda, en alusión a su récord del mundo de los 100 metros (9.58). Se escucharon entonces los fuegos artificiales previstos para este debut, mientras los aficionados ovacionaban a la superestrella.
«Estuvo bien, fue lo que esperaba», comentó luego Bolt. «El público me dio una gran ovación, lo valoro mucho. Estaba un poco nervioso, pero desde que entré al campo todo desapareció», explicó.
Posicionado como extremo izquierdo, falló en su primer balón, que le dio en el talón. En el área, poco después, vio pasar un centro demasiado alto, por encima de su cabeza.
Su mejor acción llegó a 10 minutos después de su entrada en juego, con un control con el pie derecho y un disparo con la izquierda, su mejor pie.
Desde su retirada del atletismo en 2017, el plusmarquista mundial de 100 y 200 metros persigue su sueño de ser futbolista. Antes de iniciar la aventura australiana, se entrenó con clubes en Alemania, Sudáfrica y Noruega.