Por Cristóbal Chávez Bravo
SANTIAGO/Xinhua
El presidente de Chile, Gabriel Boric, tendrá que construir una nueva élite tecno-política en el país sudamericano para encausar las demandas sociales, indicó el experto en políticas públicas Eolo Díaz-Tendero.
El director del Observatorio de Transparencia e investigador de la Universidad Estatal de O’Higgins explicó a Xinhua que el gobierno de Boric recibirá demandas para hacer de las políticas públicas y el ejercicio de lo público, una matriz distinta a los mandatarios anteriores.
Para el también ex director de Gestión de Políticas Públicas de la Presidencia de la República, el «gran desafío» en los distintos ámbitos de políticas públicas será traducir de modo eficiente la demanda ciudadana en el diseño de políticas coherentes con esas demandas.
De acuerdo con el experto en políticas públicas, tras el estallido social registrado entre 2019 y 2020, en el país sudamericano se ha instalado una agenda social y otra institucional.
Respecto a la agenda social, Díaz-Tendero comentó la reforma a las pensiones, disminuir de 45 a 40 horas la jornada laboral semanal, aumentar el salario mínimo de 434 a 620 dólares y descentralizar el país.
En cuanto a la agenda institucional, el investigador aseveró que el gobierno tendrá que ver los efectos y la manera de ser parte del proceso de transformación que vendrá con la Convención Constitucional, una de las salidas políticas al estallido social que inició en octubre de 2019, la cual presentará este año una propuesta de Constitución.
«Sí o sí va a marcar desde los primeros días la gestión del gobierno. Ya lo están presionando, ya están sintiendo presiones al respecto, y por lo tanto va a tener que generar una estrategia», comentó Díaz-Tendero.
«Si es que finalmente logra instalarse una nueva Constitución, la segunda parte del mandato de Gabriel Boric va a significar también la puesta en escena (…) la implementación de algunas de las medidas de las transformaciones que esa Asamblea Constituyente va a instalar», agregó el académico.
Según Díaz-Tendero, en el estallido social fue cuestionada la legitimidad de las instituciones chilenas, por lo que «ahí está el gran desafío», es decir «¿cómo se construye una matriz nueva de diseño y ejecución pública?».
Una de las ventajas de Boric y su equipo, continuó el experto, es que vienen de gestiones territoriales, académicas y sectoriales.
«Me parece que ahí hay una posibilidad de que si viene un empoderamiento de parte del presidente (…) si hay innovación en la tipología de gestión de políticas públicas en cómo se gestiona el Estado, ahí hay una tremenda esperanza de que se pueda cambiar algo en el modo de hacer las cosas», expresó.
Díaz-Tendero advirtió, no obstante, que una de las dificultades puede ser la consistencia en la capacidad para funcionar dentro de un Estado, un conjunto de normas y leyes que no necesariamente responden o facilitan esos modos de innovación.
«Ahí va a haber una tensión», mencionó y agregó que «no conocen mucho el Estado», aunque consideró que este escenario puede permitirles hacer procesos innovadores.
«No están capturados por el modo de hacer las cosas tradicionales y eso creo que es una ventaja para los desafíos que tiene Chile hoy día», expuso el director del Observatorio de Transparencia.
Gabriel Boric Font, de 36 años, asumió la Presidencia de Chile el pasado 11 de marzo con un gabinete de corte feminista, ecológico y lleno de juventud, en medio de la crisis económica y sanitaria que embiste al país sudamericano.
El hasta la semana pasada diputado y ex dirigente estudiantil se transformó en el mandatario más joven en ser investido en la nación austral.
Boric, quien gobernará entre 2022 y 2026, deberá lidiar con la crisis migratoria que afecta el norte del país y con el conflicto del pueblo originario Mapuche en la zona centro-sur, además de la alta inflación que azota a Chile y el decrecimiento proyectado para la nación austral.
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