Isaac Bigio, Analista Internacional
En el domingo de resurrección el primer ministro resurgió y abandonó el hospital al cual había ingresado en el domingo de ramos. Boris Johnson se internó a pocos minutos de que Elizabeth II dio su primer mensaje que haya hecho contra una epidemia desde que hace 80 años ella, siendo adolescente, transmitió su primer discurso radial.
Y luego el premier se retiró a la tarde siguiente de que ella dio su segundo mensaje. Nunca antes la corona real se había enfrentado un virus con corona. Tampoco jamás antes había transmitido un discurso por pascuas ni dos en el lapso de 6 días. Para la monarca esta es una situación alarmante e inédita pues jamás durante sus 68 años de reinado se había experimentado un virus que se esparce tan rápido y letalmente.
Un mes antes que Johnson se hospitalice recién UK tuvo un muerto por el COVID, y cuando él se internó ya había 5,000 fallecidos por ese mismo virus. En las 7 noches que él estuvo internado murieron otros 5,000 más.
Antes de que Johnson dejase el hospital UK tenía por coronavirus 10,000 muertos, uno por cada uno de sus 7 casos activos. Ningún otro país del mundo tiene esa relación, así como la de tener la terrible tasa de contar con solo un paciente sanado por cada 30 fallecidos. Según algunas pronósticos serios UK apunta a tener a ser el país europeo con más infectados y muertos.
Ahora Johnson no puede reasumir sus funciones. Debe reposar en la mansión rural de Chequers hasta recuperarse. Y mientras él se recobra es posible que se llegue a los 3 mil británicos muertos por día.
Fabián Cataño, héroe afro-latino de UK, sigue internado pese a que él se hospitalizó antes del premier. Él es parte del sobredimensionado porcentaje de minorías étnicas con coronavirus.
El parlamento se reinstala el 21 de abril tendiendo por primera vez en su centenaria historia sesiones vía teleconferencia. La oposición demanda que esta semana sesione éste mientras que acusan al gobierno de ser responsable de esta crisis humanitaria y económica por haber implementado muy tarde la cuarentena y haber ido mermando al NHS durante una década de ajustes y recortes.
Johnson, quien fue electo alcalde y luego premier con una alta votación espera que su popularidad le ayude a controlar a sus críticos a la par que va a copiar varias recetas de intervención estatal que antes propuso su némesis Corbyn.
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