Leonard Kehnscherper
Reino Unido/ (dpa)
Decenas de arañas gigantes trepan por los oscuros árboles bajo cuya sombra, Harry y Ron contemplan el panorama con rostro atemorizado. Pero antes de que estas criaturas devoren a los dos aprendices de mago, un Ford Anglia llega a su rescate.
Esta escena de “Harry Potter y la cámara secreta” tiene ya casi 15 años, pero el Bosque Prohibido no ha perdido un ápice de su aterradora atmósfera. A partir de mañana, los fans de la saga creada por Joanne K. Rowling podrán comprobarlo por sí mismos en Leavesden, cerca de Londres, donde se encuentran los estudios en los que se rodaron las películas.
“Al leer siempre temía por Harry cuando iba al Bosque Prohibido”, cuenta Evanna Lynch, de 25 años. Tenía diez menos cuando interpretó por primera vez a la extraña bruja Luna Lovegood. “El bosque simboliza la valentía de Harry y la casa Gryffindor”, afirma la joven.
Jason Isaacs, que da vida al padre del rival de Harry Draco Malfoy, pensaba lo contrario: “Está prohibido, así que tienes que ir”, pensaba siempre que leía sobre el bosque. “En la vida no hay nada más importante que violar las reglas. Para eso está este bosque”, añade el actor, mirando sonriente a Lynch.
Quienes ahora podrán adentrarse sin miedo alguno en el Bosque Encantado serán los fans de la saga. En los estudios podrán contemplar estos 19 poderosos árboles, de más de tres metros y medio de altura, entre los que se toparán con Aragog, el fundador de la colonia de tarántulas.
Otro de los habitantes del bosque es el hipogrifo Buckbeak, una mezcla de caballo y grifo, una criatura mitológica que posee patas delanteras, alas y cabeza de águila y cuerpo, patas traseras y cola de león. Además, también podrán ver al semigigante Hagrid, guardabosques de la escuela de Hogwarts.
“Todo lo que hemos fabricado eran prototipos. Por tanto, al principio no sabíamos cómo íbamos a construirlo, por ejemplo con las arañas gigantes”, cuenta Nick Dudman. El premiado figurinista y su equipo son los responsables de las criaturas mágicas que pueblan las películas de la saga “Harry Potter”.
“En la primera película rodamos en un bosque de verdad. Pero para las escenas más laboriosas, con Ararog, rodamos en este escenario”, explica. En ese rodaje quien estuvo a gusto fue Oliver Phelps, de 31 años. Él y su hermano gemelo James dan vida a George y Fred Weasley.
“¡En el Bosque Prohibido siempre lo pasábamos bien! En el set a menudo saltaba desde detrás de los árboles y asustaba a los compañeros”, cuenta Oliver haciendo un gesto malévolo. “Sí, es cierto. A mí siempre me asustabas”, recuerda su hermano James entre risas.