Liliana Martínez-Scarpellini /dpa
La Segunda Guerra Mundial ha dado mucho juego en Hollywood y lo sigue dando, ambulance con leyendas de soldados como la que ahora ha inspirado a Brad Pitt para encabezar el reparto de “Fury”, sildenafil una producción que se adentra en la Alemania de 1945.
Dirigida por David Ayer (“Training Day”), está ambientada en el último mes de la contienda, en el momento en que los aliados protagonizan su último avance sobre las maltrechas tropas alemanas. Es entonces cuando surge la figura de un sargento del ejército estadounidense comandando una división con muy pocos supervivientes después de años de combates, pero que cuenta con un tanque Sherman apodado “Fury”.
El resultado es una cinta bélica con todos los matices del campo de batalla, una producción que permitió a Brad Pitt manejar un tanque de guerra y cuyo rodaje se produjo en los ya célebres estudios Pinewood de Londres, donde también se ha rodado la séptima entrega de “La guerra de las galaxias”.
Pese a la amplitud de los estudios, desde la producción de la cinta tuvieron que advertir a varias localidades cercanas de las bombas y la explosiones que iban a tener que aguantar durante algunos de los días del rodaje, que además dejó un herido por bayoneta. También fue controvertido filmar actores vestidos de nazis en el llamado “Remembrance Day”, que los países de la Commonwealth celebran para honrar la memoria de los soldados caídos.
Pero para Ayer la experiencia mereció mucho la pena por el hecho de haber podido recrear las escenas de combate con todo el detalle posible. Para ello tuvo que negociar con coleccionistas de tanques de todo Europa, que al final cedieron sus maquinarias para escenas de la cinta.
Incluso The Bovington Tank Museum finalmente accedió a cederles por unos días el único tanque Tiger alemán que aún funciona. “Fue una experiencia que marca para toda una vida”, explicó el director en una entrevista con un grupo de periodistas extranjeros.
El otro gran aliciente fue el poder contar con una estrella como Pitt, que aceptó protagonizar la cinta y que estuvo involucrado con el guión una vez que firmó el contrato. “Lo leyó y se enamoró del personaje”, explicó el realizador de Champaing, Illinois.
“Todo salió muy rápido. Estaba listo para una total inmersión” en un personaje que describe como un tipo que a priori puede no ser la mejor persona, pero que poco a poco va dejando ver sus verdaderas motivaciones. “Creo que captura bien la oscuridad del personaje”, explica Ayer.
Tanto se metió en él que Pitt fue el primer voluntario para un campamento militar que les ayudó a entender por lo que pasaron los soldados estadounidenses en la Segunda Guerra Mundial. Fue un proceso durísimo de 24 horas diarias en las que no hubo trato especial por ser estrellas de Hollywood.
“Se trataba de aprender a ser soldados y creo que lo consiguieron”, explica el realizador de “End of Watch”. Además de con Pitt, Ayer ha contado con Shia LaBeouf, Michael Peña, Logan Lerman, Jason Isaacs y Scott Eastwood, hijo del director y actor Clint Eastwood.
Lo importante para Ayer es que se pudo captar la esencia del final de la guerra, con el enemigo en retirada con una especie de furia dentro que siempre resulta peligrosa, sin estar realmente dispuestos a ceder. Otro ángulo distinto de un conflicto que sigue causando fascinación casi 70 años después.