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Río de Janeiro/dpa
Un Brasil que en nada se pareció al equipo timorato e inseguro de las dos primeras jornadas dio un golpe sobre la mesa y se clasificó sin dejar dudas para los cuartos de final del torneo olímpico de fútbol, donde le espera Colombia el próximo sábado en Sao Paulo.
Los locales vencieron 4-0 a Dinamarca en el estadio Fonte Nova de Salvador de Bahía, pero por encima de todo se reencontraron con algo de su perdido fútbol y realimentaron la ilusión de quedarse con el único título que falta en su incomparable vitrina.
La personalidad que se le reclamaba al conjunto dirigido por Rogério Micale apareció el día que más se la necesitaba. La “canarinha” tuvo decisión para salir a atacar desde el inicio, pero también la paciencia para encontrar los huecos en la nutrida defensa danesa. Y en apenas 40 minutos ya había solucionado todos sus problemas: volvió al gol, se reconcilió con la gente, que ovacionó a los suyos cuando se fueron al descanso, y sepultó cualquier aspiración de los nórdicos por discutirle el partido.
El estallido demoró 25 minutos en llegar. Douglas Santos escaló por la izquierda, metió el centro bajo y picante, Gabriel Barbosa se adelantó a Mathiasen y cruzó el remate al segundo palo de Hojbjerg.
El gol se festejó como si hubiera sido el de la final. Hubo abrazos para todos, incluidos el público y el técnico Rogério Micale, castigado con dureza desde el comienzo de los Juegos.
Fue un festival como el fútbol brasileño hacía bastante tiempo que no vivía. Faltó, es verdad, el tanto de Neymar, pero el 10 jugó un partido tan reivindicativo como el resto del equipo. Dinamarca, pese a la paliza recibida, se metió en cuartos de final, favorecida por el 1-1 entre Irak y Sudáfrica, que quedaron eliminados.
La resurrección de su selección sub 23, categoría que disputa el fútbol olímpico, culminó un día redondo para la torcida local, que había comenzado en el primer turno, cuando Honduras eliminó por mejor diferencia de goles a Argentina, el rival de toda la vida. El 1-1 registrado en Brasilia dejó afuera de los Juegos al bicampeón olímpico de 2004 y 2008, y clasificó con justicia a un conjunto ordenado y con una velocidad endiablada en ataque.
Con esos antecedentes, las expectativas del conjunto del Vasco Olarticoechea eran moderadas, pero no pasar de la primera ronda es una mancha mucho mayor de lo esperado. Más aun cuando en el grupo (ganado por Portugal, que en la última fecha empató 1-1 con Argelia) no había países con gran tradición futbolística.
El todavía vigente campeón olímpico, México, también se despidió antes de tiempo. El Tri perdió 1-0 ante Corea del Sur, y terminó tercero en el grupo C, dado que Alemania destrozó 10-0 a Islas Fiyi para asegurarse el segundo puesto. Los aztecas, que necesitaban ganar, tuvieron una flojísima actuación, y solo un remate de Cisneros al palo puso en riesgo al sólido equipo asiático, que ganó la zona y amenaza con ser un rival complicado para cualquiera.
Colombia, en cambio, sí que consiguió seguir adelante. Sin hacer un gran partido, pero pegando en los momentos precisos, venció 2-0 a Nigeria, que ya se había proclamado con anterioridad ganador del grupo B, y será el rival de Brasil en la siguiente fase.
Todos los partidos de cuartos de final se disputarán el sábado. Portugal-Alemania en Brasilia; Nigeria-Dinamarca en Salvador; Corea del Sur-Honduras en Belo Horizonte, y Brasil-Colombia en Sao Paulo.
