Sochi/Rusia/AFP
Hace unas semanas Neymar reconocía sus miedos ante un Mundial al que llega tras una lesión y con un país aún receloso tras el trauma de 2014. Pero volvió, metió dos golazos y embarcó hacia Rusia pidiendo que nadie contenga la ilusión. Brasil parece lanzado y él también.
Con la ligereza de quien se quita un tormento de encima, ‘Ney’ aterrizó exultante en Rusia. Venía de dejar sentado a un defensor austríaco para marcar el segundo golazo desde su regreso a las canchas y de poner a bailar a esta ‘canarinha’ que llega pletórica.
Pese al cansancio, fue el más sonriente de sus compañeros en el desembarque de madrugada en el aeropuerto de Sochi. Alegre, lanzó saludos a los hinchas que le aguardaban, posó divertido ante la cámara e incluso entró bailoteando al lujoso hotel de concentración al ritmo de las tradicionales canciones rusas de la recepción.
Aunque todavía dice estar al 80%, Neymar vuelve a ser él dentro y fuera de la cancha. Su seguridad y la de una ‘canarinha’ que sigue teniéndole en el centro, salía volando del Ernst-Happel, donde marcó su 55º tanto con la selección, igualando a Romario como el cuarto artillero de la historia de la pentacampeona del mundo.
Pese a que según las cuentas de la Confederación Brasileña aún le queda un gol, el atacante del PSG celebró el tanto levantando los brazos como el ‘Baixinho’ y el propio Romario le dio el visto bueno desde las redes sociales.
Por delante, aún le quedan las gestas de leyendas como Pelé, máximo goleador de la ‘canarinha’ con 95 tantos, Ronaldo con 67 y Zico con 66. De todos, sin embargo, ha recibido las bendiciones y así es difícil amarrarse las ilusiones cuando hay un Mundial por iniciar y Brasil brilla en todas las apuestas.
El toque de Tite
Ya ha tenido bastantes dramas esta Seleçao que tan mal se lleva con la pena. Tite quería que sus futbolistas volvieran a divertirse de amarillo y le salió casi perfecto. Desde su llegada a un equipo en ruinas hace dos años, apenas ha perdido un amistoso de los 21 partidos que ha dirigido, por 17 victorias y tres empates.
Con los contundentes triunfos ante Croacia y Austria, su ‘canarinha’ llega a este Mundial con la mejor campaña de pre-Copa desde el equipo campeón en 1970, según una comparativa realizada por el diario Folha de Sao Paulo.
Pero otros ya pasaron por ahí. Y se despeñaron. Todos eran alabanzas al grupo de Luiz Felipe Scolari antes del Mundial-2014, tras su aplaudida victoria en la Confederaciones de 2013, hasta que cayó al abismo ante Alemania.
Aunque no hay nadie más obsesionado con el equilibrio que el propio Tite, que pese a reconocerse orgulloso tras la última prueba de la Seleçao afirmó que aún le queda margen. La hora de la verdad llegará el domingo en Rostov, cuando la Seleçao debute ante Suiza y se acaben los ensayos y las promesas. Con semblante afable pero muy serio, Tite se santiguó al subir al autobús que les llevó de madrugada al hotel de concentración. El Mundial que tanto esperó su Brasil herido ya ha comenzado.