Río de Janeiro/AFP
La policía brasileña informó que desmanteló un sistema de gran escala para exportar madera ilegal de la Amazonia, que iba destinada en buena parte a Europa y a Estados Unidos.
Hasta el momento, los agentes retuvieron 444 contenedores en el puerto de Manaus que, si los troncos se colocaran en línea, «cubrirían un trayecto de 1.500 km», aseguró la Policía Federal en un comunicado.
El operativo Arquimedes, que empezó hace más de un mes, tenía como objetivo «interrumpir el flujo de transporte clandestino de madera talada ilegalmente en la selva amazónica y destinada a grandes comerciantes madereros en Brasil, Europa y Estados Unidos».
Los policías federales y los fiscales del Instituto Brasileño del Medio Ambiente (Ibama) ya hicieron la pericia a un 20% de la madera e «identificaron fraudes en los documentos de origen forestal, que deberían probar la legalidad de la extracción y del origen de la madera».
Sin embargo, las autoridades no reportaron detenidos por el caso y dijeron que ahora deben identificar a las personas físicas y jurídicas involucradas en la extracción ilegal, el transporte y la comercialización de esa madera.
La deforestación y el avance imparable del agronegocio es una de las principales amenazas para el pulmón del mundo.
Tras algunos progresos notorios, la deforestación de la Amazonia se aceleró en los últimos años en Brasil y aumentó un 24% en 2015 y un 29% en 2016, según datos oficiales de observación por satélite.
Sin embargo, a finales del año pasado, el presidente Michel Temer dijo que las últimas cifras oficiales de deforestación de la Amazonia en 2017 indicaban una reversión de esa tendencia con un descenso del 20%.
Temer, muy criticado por las ONG por su política ambientalista y sus alianzas con la llamada bancada ruralista, acabó dando marcha atrás el año pasado a un proyecto que permitía la explotación minera privada en una reserva amazónica.