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Porto Alegre/Brasil/AFP
La tercera fue la vencida para Brasil. Paraguay lo llevó al límite y la Canarinha respondió con cuatro definiciones anguladas para por fin superar en cuartos de final y por penales a un equipo guaraní que desde los doce pasos lo tumbó en Argentina-2011 y Chile-2015.
El fantasma de la eliminación rondó el Arena do Gremio de Porto Alegre. Ante su gente, Brasil se salvó con lo justo de la catástrofe y sigue en carrera para ganar su novena Copa América.
«Los traumas en la vida hay que sacárselos de encima. Hoy merecidamente hemos sacado ese trauma que teníamos de dos eliminatorias que nos fuimos a casa con ese equipo», afirmó Dani Alves al finalizar el duelo de penales que quedó a manos de los anfitriones por 4-3.
Los hombres gol de Brasil fueron Willian, Marquinhos, Coutinho y Gabriel Jesus, que cargó con la responsabilidad de cerrar la serie y cumplió para delirio de una numerosa hinchada que quedó a las puertas de un lleno del Arena do Gremio.
Antes del festejo, Firmino falló su tiro igualando las cosas para un equipo paraguayo que sufrió desde el primer penal cuando Alisson atajó el tiro de Gustavo Gómez. Miguel Almirón, Bruno Valdéz y Rodrigo Rojas acertaron y pusieron a temblar a la Canarinha. Pero Derlis González falló y Brasil respiró.
– «Fuertes de cabeza» –
Paraguay entró por la puerta de atrás a los cuartos de final, sin ganar y gracias a los empates ante Catar (2-2), Argentina (1-1) y la impericia de los rivales de otras series para aprovechar la pálida suma de puntos de los dirigidos por el argentino Eduardo Berizzo.
Pero la garra guaraní renació y los brasileños tuvieron que transpirar hasta el minuto final de la tanda de penales para desahogarse y evitar quedarse por primera vez sin un título de Copa América jugando en casa.
La clave: el aspecto psicológico, aseguró Dani Alves.
«Sabíamos que hoy teníamos que ser muy, muy fuertes mentalmente porque íbamos a enfrentar a un rival de los más duros que hay en esta Copa», aseveró el latera ldel PSG, convencido de que el juego físico de Paraguay obliga al rival a caer en imprecisiones dificultando su juego.
Para Arthur el equipo esquivó la mala suerte que tuvo en los 90 minutos gracias a su entereza. «Tuvimos muchas dificultades pera no desistimos y trabajamos hasta el final para celebrar».
Pero el festejo del anfitrión no es suficiente para tapar las carencias de un equipo de Tite sin plan B, incapaz de vencer a rivales que se defienden con todo cómo lo hicieron los hombres de Berizzo y la Venezuela de Rafael Dudamel en la fase de grupos, partido que también terminó sin goles.
William, que entró en la recta final del encuentro con buen pie, miró adelante con optimismo y aseguró que el grupo salió «fortalecido» del Arena do Gremio.
Una fortaleza que necesitará para enfrentar al ganador del duelo que disputaban este viernes en Maracaná la Argentina de Lionel Messi y Venezuela, un Vinotinto que ya fue un trago amargo para Tite.
