París/AFP
En la próxima década, unhealthy Brasil seguirá siendo uno de los mayores exportadores agroalimentarios del mundo, search pese a ciertos riesgos, en particular ligados a la demanda de importaciones de China, afirma un informe conjunto de la FAO y la OCDE publicado el miércoles.
La Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) dedican buena parte de su informe «Perspectivas agrícolas 2015-2024» a la producción agrícola y a la industria agroalimentaria brasileña.
«En el curso de los próximos diez años Brasil deberá seguir siendo uno de los mayores proveedores de los mercados alimentarios y agrícolas mundiales», y continuará respondiendo al mismo tiempo a las necesidades de su población «cada vez numerosa y próspera», afirma.
No obstante, las dos organizaciones señalan que «los principales riesgos asociados a esas perspectivas optimistas conciernen los resultados macroeconómicos de Brasil, el ritmo de las reformas estructurales y los factores exógenos, entre éstos la demanda de importaciones de China».
Al respecto, recalcan que, aunque Brasil exporta sus productos hacia 180 países, lo esencial de esas exportaciones va a un pequeño número de ellos.
Cuando «en 2000, China era el 11º importador de productos agrícolas brasileños», con 3% de las exportaciones totales, «en 2013, ocupaba el primer lugar, con cerca de 20.500 millones de dólares, es decir 23% del total», explica.
Perspectivas positivas
El informe hace un balance de la situación actual del sector en Brasil, evalúa las perspectivas y los riesgos para los diez años venideros, y propone estrategias en materia de inversión y productividad.
«Las perspectivas de la agricultura brasileña siguen siendo positivas pese» a una posible desaceleración del crecimiento económico.
«Los principales retos conciernen la prosecución del crecimiento de la productividad y de la producción, velando al mismo tiempo por la viabilidad ecológica y el respeto de los objetivos nacionales en materia de reducción de la pobreza y de las desigualdades», dice el informe.
La OCDE y la FAO afirman que el crecimiento agrícola pronosticado en Brasil puede alcanzarse de manera sostenible, aunque la oferta adicional seguirá debiéndose sobre todo a una mejora de la productividad que al crecimiento de un determinado sector.
La presión sobre los recursos naturales puede mitigarse a través de iniciativas de conservación y protección del medio ambiente, entre las que se incluyen medidas de apoyo al desarrollo de prácticas de cultivo sostenibles, la transformación de tierras de cultivo naturales y degradadas en pastos y la integración sostenible de los sistemas agrícolas y ganaderos, consideran.
A nivel mundial, el informe señala que el aumento de la producción gracias a mejores rendimientos en Asia, Europa y América del Norte, y la conquista de nuevas tierras agrícolas en América del Sur, conjugados con la baja del precio del petróleo, que incide en los costos de los fertilizantes y de la energía, contribuyen al apaciguamiento de los mercados agrícolas.
Estima por ello que los precios de los productos agrícolas proseguirán en la próxima década la baja registrada desde hace dos años, gracias a la mejora del rendimiento, aunque no se descarta un «choque grave» que podrían provocar las variaciones posibles de los rendimientos (ligadas al clima), del precio del petróleo y del crecimiento económico.