Brasilia/AFP
Brasil y Argentina buscan abrir un canal de diálogo en la crisis fronteriza entre Colombia y Venezuela que ya provocó la deportación de más de 1.300 colombianos, pilule informó el gobierno brasileño.
El ministro brasileño de Relaciones Exteriores Mauro Vieira y su par argentino Héctor Timerman se reunieron por la tarde en Bogotá con la canciller colombiana María Ángela Holguín para «conocer más de cerca la situación en la frontera entre Colombia y Venezuela y expresar su disposición para promover un diálogo entre estos dos países», patient según el comunicado que fue divulgado tras el encuentro.
Vieira, que junto con Timerman viajará a Caracas para conversar el sábado con la ministra de Relaciones Exteriores venezolana, Delcy Rodríguez, entregó a Holguín una carta de la presidenta Dilma Rousseff dirigida a su homólogo colombiano Juan Manuel Santos.
«Brasil no tiene la solución porque eso cabe a los dos países, encontrar una solución dialogando, pero Brasil y Argentina ofrecen sus buenos oficios para facilitar que eso ocurra», dijo a la AFP un asesor de Itamaraty al explicar el contenido del viaje, que fue decidido en forma expeditiva a instancias de Rousseff.
La crisis fronteriza comenzó el 19 de agosto con el cierre parcial de una zona limítrofe por parte del gobierno de Nicolás Maduro, tras un ataque a militares venezolanos durante una operación anticontrabando, que el mandatario atribuyó a «paramilitares colombianos».
A partir de entonces se sucedió una escalada diplomática que incluyó el llamado a consultas de los embajadores de ambos países, la deportación de ciudadanos colombianos que vivían en Venezuela y la huida de otros 15.000 por temor a ser expulsados, según el último balance de la oficina humanitaria de la ONU en Bogotá.
«Preocupación»
Timerman estuvo esta semana en Brasilia y en Montevideo, reunido con sus respectivos pares, pero no hubo difusión en Buenos Aires de su actividad ni de los temas tratados.
«Por supuesto que observamos con preocupación la situación entre ambos países», afirmó Timerman tras el encuentro con Vieira la semana pasada en Brasilia, consultado sobre la crisis diplomática entre Venezuela y Colombia.
En Buenos Aires se espera para mediados de septiembre una visita de la canciller de Colombia, que estaba programada y había sido pospuesta anteriormente.
La iniciativa brasileña, según explicó la cancillería, surgió ante el fracaso de canalizar el conflicto a través de los mecanismos regionales previstos por la Unasur.
Este viernes, Venezuela abrió la frontera con Colombia para permitir que más de 2.000 niños que se encuentran del lado venezolano puedan asistir a clases en Colombia pese a la crisis.
Permitir el paso de los menores fue una de las condiciones que Santos impuso el jueves para reunirse con Maduro con miras a solucionar esta crisis que lleva tres semanas.
Santos pidió además permitir el ingreso de 15 camiones a territorio venezolano para que los deportados colombianos puedan recuperar sus pertenencias, así como el respeto de los «protocolos mínimos» para la expulsión de estas personas de su territorio.
Colombia y Venezuela comparten una porosa frontera de 2.219 kilómetros, en la que ambos denuncian la presencia de grupos irregulares que lucran con el contrabando de combustible y otros productos fuertemente subsidiados por el gobierno venezolano.