Rafael Lara-Martínez
Tecnológico de Nuevo México
https://nmt.academia.edu/RafaelLara
Desde Comala siempre…
Desde 1932, la afro-descendiente Gnarda reclama la ciudadanía salvadoreña pese al abandono vigente que desea confiscarle “la honra”. Su existencia la refrendan María Gertrudis y Rosa María, líderes indígenas desconocidas. Según decreto político e histórico, la mujer violada y agredida suscribe el lugar de la ficción. Por ese doble estigma —étnico y femenino— la triple existencia pertenece al olvido. Incluso la desdeña la memoria de las gestas revolucionarias. La Fulja, María Asunción, la pobre Quina… (véase: “Balsamera bajo la guerra fría”, UDB, 2005). Casi todas ellas declaran que la esfera legal que hoy se llama “acoso sexual”, en su época recibía el nombre de “derecho de pernada”. Como siempre, al silencio de la historia se contrapone el derecho a la palabra femenina tildado de ficción, en dos palabras po-Ética.