César Villalona
Economista
El reciente documento del Ministerio de Hacienda, titulado “Aspectos Principales de la Ejecución Presupuestaria de Gastos”, muestra una baja ejecución de los recursos aprobados, sobre todo del gasto de capital, que es lo destinado a obras, construcciones, investigación, tecnología, etc.
De un gasto de capital de $1,783.9 millones, hasta el 13 de noviembre se habían ejecutado $600 millones, que equivalen al 33.6% del total. En “capital humano” se invirtió el 9% de lo programado y en activos fijos el 30% de los $1,010 millones aprobados. Al terminar el año, el Gobierno no habrá ejecutado alrededor $1,100 millones de todo el gasto de capital aprobado.
No se construyeron las cuatro sedes de la Universidad de El Salvador, ni los 7 pasos a desnivel. Tampoco se invirtieron los $70 millones en el proyecto Mi Escuela Nueva, ni se realizaron otras obras prometidas.
De acuerdo a los datos de Hacienda, este año el Ministerio de Desarrollo Local solo gastará el 50% del presupuesto y el de Vivienda el 55%. También es bajo el gasto de los ministerios de Turismo y Agricultura.
El Ministerio de Salud no invertirá $350 millones (32%) de lo aprobado y el de Educación no invertirá $455 millones (31%). Lo ejecutado en educación representará el 3.4% del PIB, no el 5% prometido por Bukele.
Pero, además de no cumplir las promesas del Presupuesto, el Gobierno desvía fondos para gastos no programados, como la compra de bitcoin por más de $100 millones, según los twitter del presidente, los cuales se depreciaron en un 60%. O sea, el Gobierno mal gasta en apuestas el dinero del pueblo.