Por Cédric Simon/Patricio Arana/Estrasburgo/Bruselas/AFP
El presidente de la Comisión Europea, health Jean-Claude Juncker, prostate pidió este miércoles a los miembros de la UE que se repartan 160.000 refugiados y que sean «audaces» para responder a la peor crisis migratoria en décadas en Europa.
«Las cifras son impresionantes», reconoció Juncker en un discurso ante el pleno de la Eurocámara en Estrasburgo (este de Francia) recordando que casi 500.000 refugiados llegaron a la UE desde principios de año.
«Es hora de acciones audaces y determinadas para la UE», dijo, pidiendo que la UE se reparta a 120.000 refugiados además de los 40.000 que ya pidió la Comisión a los países del bloque en la primavera, principalmente sirios y eritreos.
El objetivo es ayudar a Italia y Grecia, y ahora Hungría, desbordados por la llegada masiva de migrantes, para que puedan tratar las solicitudes de asilo y acogerlos en sus territorios.
Juncker pidió que tras el reparto de estos 160.000 solicitantes de asilo, la UE instaure «un mecanismo permanente» para hacer frente «más rápidamente» a un nuevo pico migratorio .
La canciller alemana, Angela Merkel, que comprometió a su país a recibir medio millón de migrantes por año, reclamó nuevamente este miércoles que se instaure un reparto «obligatorio» en la UE, a lo que se oponen varios países del este del bloque.
Merkel consideró que la propuesta de Juncker, por la que Alemania ofrecerá más de 31.000 plazas para los demandantes de asilo, constituye «un primer paso hacia un reparto equitativo».
Por su parte, el primer ministro británico, David Cameron, reiteró el miércoles que no acepta las cuotas de refugiados. Cameron se comprometió a recibir 20.000 refugiados en los próximos cinco años, pero no los que ya están en Europa, sino los que viven en campos en Turquía, Jordania y el Líbano.
En la nueva propuesta de la Comisión, Alemania, Francia y España son los países más solicitados. El brazo ejecutivo del bloque les pide unas 70.000 plazas para refugiados.
Reaccionando a la propuesta, el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, no habló de cifras pero dijo que lo había «reconfortado» escuchar a Juncker, que propuso un fondo fiduciario para los refugiados de 1.800 millones de euros.
Sin criterios religiosos
Juncker instó además a la UE a que no distinga a los refugiados según su religión. «No hay religión, creencia, filosofía cuando se trata de refugiados», dijo.
La semana pasada el primer ministro húngaro, Viktor Orban, que se opone a las cuotas obligatorias por país, dijo que la llegada masiva de migrantes amenaza las «raíces cristianas» de Europa.
En Francia, adonde llegó este miércoles el primer contingente de unos 1.000 exiliados provenientes desde Alemania, algunos diputados se pronunciaron por recibir únicamente a cristianos.
En la frontera entre Serbia y Hungría, más determinados que nunca, centenares de migrantes forzaron en varias ocasiones el retén de la policía húngara.
«No queremos vivir más en campamentos en Hungría o en otra parte, las condiciones son horribles, hace mucho frío, todo está sucio, huele mal», dijo durante la noche una joven siria de Damasco, que intentaba junto a otros migrantes forzar el paso cerca de la localidad húngara de Roszke, fronteriza de Serbia, a unos 170 km de Budapest.
Otros gritaban que querían irse y gritaban delante de los policías húngaros «Germany, Germany», el país que se ha convertido en la «tierra prometida».
La región de Roszke, uno de los principales puntos de entrada a Hungría de los migrantes, registró el martes la llegada de 2.529 nuevos refugiados, según cifras publicadas el miércoles por la policía húngara.
En tanto, en Dinamarca, el operador ferroviario DSB suspendió todos los trenes desde y hacia Alemania luego de que cientos de migrantes se negaran a descender de varias formaciones.
Otros centenares de migrantes marchaban por su parte en una autopista con la intención de llegar a Suecia, que ofrece mejores condiciones a los exiliados que Dinamarca. El martes, las autoridades danesas reenviaron hacia Alemania un primer contingente de refugiados.
En Austria, la policía informó que en las últimas 24 horas 6.000 migrantes llegaron a la estación de trenes Westbahnhof de Viena, provenientes de Hungría. Casi todos continuaron su periplo hacia Alemania.
En la isla de Lesbos en el mar Egeo, cercana a las costas de Turquía, otro de los puntos de acceso al bloque, la situación cambió drásticamente respecto a la vivida en los últimos días.
Las autoridades registraron a unos 14.000 refugiados y migrantes que aguardan desde hace días y el abordaje de los primeros transbordadores hacia Atenas se llevó a cabo con tranquilidad.
Frente a las imágenes del cuerpo sin vida del niño sirio de tres años Aylan Kurdi en una playa turca, que conmocionaron, y la desesperación de los migrantes, países de todo el mundo se han ofrecido a recibirlos.
Australia, cuyo gobierno es duramente criticado por su política migratoria restrictiva, anunció que recibirá a 12.000 refugiados sirios o iraquíes.
Varios países latinoamericanos también anunciaron medidas.
Según el último informe del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (Acnur), publicado el martes, más de 380.000 migrantes y refugiados han llegado a Europa por el Mediterráneo desde enero de 2015 y 2.850 murieron en la travesía o fueron reportados como desaparecidos.