Por Patricio Arana
Bruselas/AFP
La Comisión Europea dio su aval este miércoles, help con condiciones, a la exención de visados para Turquía y propuso, en el marco de una revisión del sistema de asilo, instaurar multas para los países que rechacen cumplir con sus cuotas de solicitantes de asilo.
La exención de visados aún debe ser debatida en el Parlamento Europeo y por los Estados miembros, y está sujeta a que Ankara cumpla con los 72 criterios que Bruselas le exige.
Esta medida permitiría a más de 80 millones de turcos efectuar viajes, de turismo o por razones familiares, en el espacio Schengen inferiores a 90 días.
El vicepresidente de la Comisión Europea, Frans Timmermans, indicó este miércoles en conferencia de prensa que Ankara debe completar «para fin de junio» cinco criterios de siete que aún le quedan pendientes.
La exención de visados era una de las condiciones de Ankara para implementar el controvertido acuerdo migratorio que alcanzó en marzo con la UE, que estipula la expulsión de todos los refugiados que lleguen a Grecia cruzando el mar Egeo hacia Turquía.
Según Timmermans, el acuerdo «dio claramente resultados», ya que se registran «menos de 100 llegadas por día a las islas griegas, en vez de los miles que hubo durante el otoño (boreal)».
Entre los criterios que Turquía debe aún cumplir, Timmermans citó una mayor lucha contra la corrupción, la negociación de un acuerdo con Europol o la revisión de la legislación del país en cuanto al terrorismo.
Según una fuente europea, Bruselas espera de Ankara una definición menos amplia de la noción de «terrorismo», para evitar que cualquiera pueda ser calificado de «terrorista» como por ejemplor los periodistas.
El controvertido acuerdo con Turquía, combinado con el cierre de la ruta de los Balcanes, permitió reducir drásticamente las llegadas diarias de migrantes a la UE.
De ahí el temor a que Bruselas se muestre indulgente, en particular en lo que respecta al respeto de los derechos fundamentales en Turquía, país acusado por la oenegé Amnistía Internacional (AI) de haber expulsado hacia Siria a numerosas personas.
Sin hacer caso a las críticas, Ankara considera que esta propuesta marca una «nueva página» en la relaciones con la UE, estimó el canciller turco Mevlut Cavusoglu.
250.000 euros por refugiado
En esta última ofensiva de Bruselas para hacer frente a la peor crisis migratoria en Europa desde 1945, el brazo ejecutivo de la Unión Europea propuso una reforma del reglamento de Dublín sobre el asilo, que define qué país del bloque debe tratar una solicitud de asilo.
«Dublín no funciona porque (al aplicarse) se deja solos con el problema a los países en primera línea. Ya no funciona (…), hay que compartir la carga», dijo Timmermans.
El sistema de asilo en la Unión Europea se rige por el reglamento de Dublín, que establece que el primer país de la UE al que llega un solicitante de asilo es el que debe encargarse de tratar su solicitud.
Desde hace años, varios Estados miembros de la UE piden una revisión del reglamento, y el registro de 1,25 millones de solicitudes de asilo en 2015 expuso sus fallas.
Italia y Grecia, adonde llegan la mayor cantidad de solicitantes de asilo, pero también Alemania denuncian desde hace meses la injusticia del sistema.
La modificación propuesta por la Comisión establece un reparto automático de cuotas por país cuando un Estado miembro registre una cantidad desproporcionada de solicitudes de asilo en relación a los otros miembros de la UE.
Si un país miembro rechaza recibir en el marco de este mecanismo de reparto a un solicitante de asilo, la Comisión propone que haga una «contribución de solidaridad» de 250.000 euros por cada refugiado.
Este monto será entregado al país que reciba al solicitante de asilo.
Hungría, que se opone a todos los mecanismos de reparto por cuotas elaborados por la Comisión, reaccionó de inmediato a este anunció que consideró «inaceptable» y calificó como de «chantaje».
Unos 400.000 migrantes y refugiados transitaron por Hungría en 2015 en su ruta hacia el norte de Europa. El gobierno de Viktor Orban decidió en el otoño cerrar su frontera del sur con alambrados de púas y vallas.
Controles en las fronteras
La Comisión Europea avaló además este miércoles que seis países del espacio Schengen prolonguen los controles en las fronteras interiores de este espacio de libre circulación durante seis meses.
La medida permitirá a Alemania, Austria, Dinamarca, Suecia y Noruega, mantener los controles fronterizos que reinstauraron por la presión migratoria, señaló en conferencia de prensa el comisario para la Migración, Dimitris Avramopoulos, y a Francia por la amenaza terrorista.
«A pesar de los progresos significativos hechos por Grecia (para contener el flujo de migrantes en dirección del norte de Europa) todas las graves deficiencias identificadas no pudieron ser solucionadas de manera adecuada y completa en un plazo de tres meses», indicó la Comision en un comunicado para justificar la decisión.
«Para fin de año, el espacio Schengen volverá a funcionar normalmente», prometió Avramopoulos.