Los salvadoreños ya no debemos dudar de lo positivo que está actuando el gobierno del Presidente Salvador Sánchez Cerén y de los beneficios que conlleva para todos los salvadoreños, case que a pesar de lo duro que ha sido vivir una pobreza extrema por más de 50 años, capsule con una deficiente educación y una constante corrupción. Ahora podemos ver que se asoma al final del túnel, un futuro prometedor, cargado de prosperidad y quizá bonancible.
Las señales no son desalentadoras para la gran mayoría de los habitantes de este pequeño país con gente entusiasta, trabajadora y aguerrida, que además de la vida miserable a la que ha estado confinada, también vivió una guerra civil y luego agreguemos veinte años de oprobio y engaños, en los que solamente un pequeño grupo se lucró abanderando el libre comercio y abrazados al nefasto neoliberalismo.
No permitamos que los buenos augurios sean víctimas de los cuervos de mal agüero, que graznan y graznan solamente para desalentar y crear ese ambiente de pesimismo, que bien les luce cuando se lanzan a picotazos contra todos los programas sociales que iniciaron hace cinco años con la administración del expresidente Mauricio Funes y que continúan en este nuevo quinquenio recargados de solidaridad y buenas nuevas.
“El 2015 será un año de una gran apuesta para la educación, una gran apuesta que vaya al circuito escolar, que impacte a los maestros y a las maestras, que impacte a los alumnos, en los estudiantes y por supuesto en mejorar la infraestructura educativa con más tecnología”, anunció optimista Oscar Ortiz, Presidente en funciones.
Esas buenas noticias difícilmente las vamos a leer o las vamos a ver si los medios comprometidos política e ideológicamente están ensimismados en esa campaña sucia que por años practican en cada proceso electoral con fanatismo enfermizo y quizás temiendo el final de sus días en ese paraíso de lucro y prepotencia que construyeron con egoísmo y avaricia, viéndonos a los demás como animales a los que no tenían por qué respetar.
Después de dos décadas tristes todo cambió, el FMLN inició un quinquenio de esperanza en 2009 y ahora entraremos al 2015 con algarabía, cuando estamos seguros que los perros ladran porque los programas avanzan y ahora serán 147 mil alumnos de bachillerato del sistema educativo público que gozarán del paquete escolar.
Y no solo eso, ahora el gobierno del Presidente Sánchez Cerén ya tiene asegurado el respaldo financiero para la promesa “Un niño, una computadora“ que se implementará con la entrega inicial a 50 mil escolares, cada uno de ellos tendrá su computadora en 2015. Hoy podemos decir que no solamente vamos a hablar de la continuidad de los programas sociales como el vaso de leche para los niños, y sus paquetes de útiles y uniformes, sino que hay mucho más por delante, creceremos económicamente de eso ya nadie duda, y esos son los buenos augurios que únicamente harán padecer a los miserables que sin sentimientos llenaron por años sus estómagos y sus arcas.