Águila bajó el telón y dijo “buenas noches” antes de tiempo, decease pero olvidó bajar el interruptor y, shop en un descuido, recipe el colombiano Bladimir Díaz prendió la luz y los madrugó. Sí, los negro naranja sumaron su tercer empate al hilo ante un Chalatenango peleonero y venenoso como alacrán.
Hasta el minuto 90, la noche era perfecta para los migueleños. Ganaban 2-1 y la pólvora iluminaba el cielo como un anticipo al carnaval que se avecina, pero se les olvidó que el partido dura hasta que el árbitro suena el silbatazo final, y permitieron que en el tiempo agregado Díaz les metiera el aguijón.
Necesitó la última acción del juego el colombiano para quebrar la cintura a un defensa, dejar en el suelo al portero Benji Villalobos y enviar la pelota al fondo de la red para decretar el 2-2.
El empate, al final, hizo justicia a un partido vertical y vibrante de principio a fin. En el primer tiempo, fue Águila quien acabó por poner su ritmo y, mejor aún, conseguir un 2-0 tempranero que le permitió mover la pelota con mayor tranquilidad.
Los migueleños arrancaron su celebración al minuto 14, cuando Ibsen Castro desbordó por derecha y sirvió retrasado para Nicolás Muñoz que definió de primera y dejó sin chance al portero Ismael Valladares. Un minuto y medio más tarde falla en la salida de la zaga norteña y Nicogol aprovechó para poner el 2-0.
El resultado tempranero presagiaba que, en adelante, los pupilos de Eraldo Correia tendrían un partido cómodo y que Chalatenango perdería el oxígeno y saldría en camilla como su jugador Luis Ascencio al final del primer tiempo.
No obstante, fue la adversidad la que incentivó a los alacranes para demostrar de qué están hechos. En el ‘47, durante un cobro de tiro libre de Javier Hernández, Jimmy Valoyes desvió el balón y anotó en su propia puerta para el 1-2.
El tanto volvió a despertar a los locales que buscaron incrementar la cuenta, pero ya para entonces Chalate había adelantado líneas, se había desbocado buscando el tanto de la paridad y parecía que el Águila solo apelaba a que las manijas del reloj avanzaran y llegara el final.
Después de una buena intervención de Valladares y gol anulado a Muñoz, Víctor Rodríguez, al ‘67, tuvo para el 2-2, pero su remate salió al poste.
El tiempo avanzaba y todo indicaba que los alacranes volverían al norte con las manos vacías hasta que apareció Díaz, para darles el festejo final y los “buenos días” al rival que se durmió en sus laureles.
Quién cumplió con sus deberes fue Isidro Metapán, el cuadro calero le pegó 3-1 al Atlético Marte que sigue sin encontrar la brújula para despegar de las últimas posiciones. Tony Rugamas, al minuto 26, abrió la cuenta y se encargó de cerrarla en el ´77 para el 3-1 definitivo.
El segundo tanto de los cementeros llegó al ´55 y llevó la firma de Narciso Orellana, mientras que los carabineros habían descontado al ´57 por intermedio de Franklin Lemus.
Se evapora
Las oportunidades para que los cocoteros se metan a cuartos de final se van secando. El sábado, los sonsonatecos dejaron fugar un punto más del Estadio Ana Mercedes Campos al empatar en extremis ante el Dragón de San Miguel.
Urgido de puntos, Sonsonate buscó el partido desde los minutos iniciales. Sin embargo, fueron los mitológicos los que pegaron y celebraron primero la anotación de Héctor Lemus antes de cerrar el primer tiempo.
Los locales consiguieron la igualdad al ´79, tras anotación del delantero brasileño Augusto Do Carmo. La fiesta cocotera, sin embargo, duró muy poco pues Cristian Portillo consiguió el 1-2 en el minuto 82 y todo indicaba que los migueleños volverían a casa con los tres puntos en la mochila.
Empero, la balanza se equilibró de nueva cuenta al 90+3 cuando Do Carmo decretó el 2-2 definitivo para Sonsonate, pero muy pobre para sus intereses ya que apenas tiene 18 puntos y la octava plaza se les aleja. Los mitológicos tampoco lograron un gran avance, pues debieron conformarse con el puntito que felizmente les permite estar en zona de cuartos con 23 puntos.
Hombrada
Temprano en la cancha San Sebastián de Pasaquina, Santa Tecla apeló al orgullo y sacó el pundonor en la segunda parte para recuperarse de un 2-0 y volver a casa con un empate ante la escuadra local.
Los tecleños que habían dejado parte de su arsenal pesado para la etapa final se vieron sorprendidos desde muy temprano por los burros que, por la vía del penalti, se pusieron arriba a los cinco minutos.
La pena máxima la hizo efectiva el veterano Yivini Salamanca, el mismo jugador que aumentaría la cuenta a 2-0 de la misma forma antes de la media hora.
Hasta ahí, el anfitrión ganaba con justicia el partido y se imponía con autoridad en casa. No obstante, los duelos duran 90 minutos, y fue en el tiempo final que el campeón sacó la casta y logró salvar su honor.
El argentino Martín Jiménez decretó el 2-1 recién iniciado el complemento y, luego, a 15 minutos del final, Juan Barahona desde los 12 pasos logró el salomónico 2-2.