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Bukele deja de ser burgués y se convierte en oligarca

Por definición, un burgués es una persona acomodada, que procura su estabilidad económica y que puede ser dueño de medios de producción, mientras que el oligarca, que lo componen un grupo muy reducido de personas de una misma clase social, acumula gran cantidad de capital, a costa de explotación y tiene injerencia en el gobierno. Generalmente, es la oligarquía la que gobierna los países, a partir de sus instrumentos políticos y su aparataje legal. Esto es propio del capitalismo.

Nayib Bukele, el ahora presidente inconstitucional, en solo cuatro años de gobierno pasó de ser un burgués, a un oligarca. Y es que, gracias a su familia, sobre todo su padre que era dueño de medios de producción como farmacéuticas y maquilas, generó no solo algo de capital, sino también incrustarse dentro de la burguesía salvadoreña.

En El Salvador, la oligarquía comienza a surgir a finales del siglo XIX, cuando los gobiernos de turno decretan leyes para expropiar tierras a los pueblos primitivos, y se las dan a las familias procedentes de otras latitudes para que las utilicen en la plantación de café, luego que el añil, principal producto exportador ,dejó de ser rentable para sus productores. A partir de esas expropiaciones se crea una primera oligarquía, cuya acumulación y dominio político e ideológico va a perdurar de 1887 a 1979, justo cuando se da un golpe militar que acaba con el instrumento político para favorecer a esa clase social, y se organizan nuevos instrumentos, así como una nueva estructuración de los grupos oligárquicos.

A la tradicional oligarquía, que eran sobre todo terratenientes cafetaleros, se les recuerda aún como “las 14 familias”: Dueñas, Guirola, Sol, Regalado, Salaverría, Álvarez, Borgonovo, Samayoa, Cristiani, Gianmattei, Los Hill, entre otras.

Con la llegada de ARENA a la presidencia, con Alfredo Cristiani, instrumento político de la clase burguesa y oligárquica, es decir de esas 14 familias, y con la implementación del neoliberalismo, hay una transformación de la oligarquía criolla, pues todos se agrupan, bien por medio de los matrimonios o por medio de las sociedades anónimas, y expanden sus modos de producción.

Así, se convierten en dueños nuevamente de la banca, que antes de los 90 estaba nacionalizada producto del golpe de estado del 79, de las telefonías, del comercio exterior y de otros rubros conocidos como terciarios.

A los nombres de las 14 familias hay que agregar ahora a los Simán, Salume, Zablah Touche, Kriette y Callejas, entre otros.

Bukele entra a la política bajo la bandera del FMLN y luego en cualquier vehículo político, porque más que servir a su pueblo, lo que buscaba era la ruta más sencilla para ascender de clase social: el poder político.

Está claro que con los despojos de 1886 más la explotación de los asalariados, las 14 familias acumularon una gran masa de capital. Pero el oligarca nunca está satisfecho porque para esto, su lógica es acumular más y más. Por eso es que Cristiani, siendo oligarca, cuando asume la presidencia no solo se hizo de un banco, sino también de una AFP.

Ahora, el turno para unirse a la oligarquía es de Nayib Bukele, que en solo cuatro años en la presidencia, se ha hecho de 34 propiedades, entre estas fincas cafetaleras. Una investigación periodística de las revistas Redacción Regional y Focos, dan cuenta que “Solo en 2023 el clan Bukele adquirió 361 hectáreas, el 92 % de tierras que posee actualmente, a través de sociedades controladas por el propio Bukele, sus hermanos, su madre o su esposa”.

El reportaje establece que “Al final del anterior quinquenio comenzaron a administrar las fincas cafetaleras donde se cultiva Bean of Fire, la marca de café gourmet del presidente, terrenos con cultivos de azúcar y dos inmuebles con vistas privilegiadas al lago Coatepeque”. Entre las más emblemáticas de esas propiedades adquiridas por los Bukele está la Hacienda Dorada, de más cien manzanas cultivadas de diversos tipos de café, por cierto, comprada a los Dueñas.

Es de recordar que fue el propio presidente Bukele quien, desesperado para que los salvadoreños conocieran su nueva condición social, el 12 de julio de este año, anunció, a través de su red social X, que “se había convertido en cafetalero”, y de paso regaló 200 libras de café gourmet.

La inversión en todas las propiedades ronda los 9.2 millones de dólares.

Y mientras Bukele se hace millonario, oligarca, en esos mismo cuatro años de gobierno creó, en El Salvador, 200 mil pobres más, por lo que de un millón 600 han pasado a ser un millón 800 mil.

De estos, más de medio millón está en extrema pobreza, mientras una sola familia acumula miles de dólares.

Categories: Editorial
Tags: Bukele Oligarca
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