Samuel Amaya
@SamuelAmaya98
Nayib Bukele fue juramentado esta mañana como presidente de El Salvador para 2024-2029. Sin embargo, la Constitución de la República prohíbe en al menos 6 artículos la reelección presidencial.
No faltaron en el evento los elementos simbólicos de fuerza y atoritarismo, característicos de Bukele. La chaqueta del mandatario con algunas características de las vestimentas de los emperadores o el estilo de los jefes militares del inicio del ejército de El Salvador, en los que resaltaban los vivos dorados en cuello y puño, mientras las cadetes utilizaban, además de su traje de gala, una capa distintiva propia de guardia especial.
Luego de resultar electo el pasado 4 de febrero, el Nayib Bukele y Félix Ulloa asumen la presidencia y vicepresidencia respectivamente por segundo periodo consecutivo. Al evento asistieron varias delegaciones oficiales e invitados especiales.
El ingreso de estos inició minutos después de las 8 de la mañana y finalizó poco antes de las 11 de la mañana.
En su discurso, Bukele dijo que la sociedad salvadoreña ha padecido múltiples enfermedades y el peor fue el cáncer de las pandillas que por décadas ningún gobierno pudo combatirlo, al contrario, «lo empeoraron».
«El 4 de febrero, ustedes reafirmaron que este es el camino que El Salvador eligió para salir adelante y cambiar para siempre. Pero, a partir de ahora, tenemos una enorme tarea: proteger, como un león, nuestro legado. El legado más grande que un pueblo y un Gobierno y un pueblo habrán dejado a las nuevas y futuras generaciones de salvadoreños», comentó Bukele.
Según Bukele, El Salvador necesita tres cosas para «arreglar» la economía: «la ayuda de Dios, el trabajo incansable del Gobierno y que el pueblo defienda a capa y espada cada una de las decisiones que tomemos».
Bukele termina su discurso pidiéndole a los salvadoreños que se encuentran en la toma de posesión que levanten la mano para que juren «(…) defender el proyecto de nación y nunca escuchar a los enemigos del pueblo».