Samuel Amaya
@SamuelAmaya98
Dos años han pasado desde que Nayib Armando Bukele Ortez asumiera su cargo como presidente de la República de El Salvador y en su discurso de juramentación ofreciera “la medicina amarga”. Durante el inicio de gestión, fue una realidad dura con la desaparición de 5 secretarías de la Presidencia, que dejó a más 7 mil personas sin empleo y sin un debido proceso. Ayer, brindó un discurso, donde aparentemente informaría sobre los dos años de gestión
En su discurso, brindado este martes en horas de la noche, justamente dijo, “nuestra gente todavía tiene hambre. Nuestra gente todavía necesita empleos. Nuestra gente necesita pensiones justas. Muchas de las familias salvadoreñas todavía no tienen un techo digno donde vivir”. Aunque con las acciones que antes se mencionaron, el presidente no logró aterrizar en cuanto a la rendición de cuentas y lo que se ejecuta para resolver dichos problemas.
De hecho, parte de su discurso se trató sobre los cuestionamientos de forma despectiva hacia “los de la esquina” refiriéndose a los diputados de ARENA y del FMLN. En su “informe de segundo año de Gobierno”, el presidente Bukele criticó a sus antecesores y habló de su victoria electoral en el 2019.
Justo dijo que no van a permitir, que volvan a “controlar el país”. “¿Y qué reto podría ser más grande que transformar un país como el nuestro? que fue saqueado, violentado, engañado y abandonado por tantas décadas, que había perdido hace mucho la esperanza y que estaba cansado de esperar el cambio que nunca llegó”, expuso.
“Nunca más vamos a regresar al sistema que por dos siglos nos hundió en la delincuencia, la corrupción, la desigualdad y la pobreza. Mientras Dios me dé fuerzas, yo no lo voy a permitir”, razonó.
“Por primera vez en nuestra historia, los salvadoreños realmente estamos tomando las riendas de nuestro propio destino. Este destino inexorable que tardó 200 años en llegar. Este destino que es nuestro”, agregó el mandatario, tratando de argumentar las decisiones de las tomadas desde la presidencia e incluso las de la Asamblea con las destituciones y desmontaje de la institucionalidad del país.
“Sin las decisiones que estamos tomando ahora, por simple lógica, sería imposible transformar El Salvador”, detalló el jefe de Estado. “Muchas veces nos ha tocado, y nos tocará, tomar decisiones con las que no todos van a estar de acuerdo, pero ese es nuestro derecho, aunque algunos se incomoden”, agregó.
De igual forma enfatizó que “por primera vez, el pueblo es el único poder fáctico terrenal al que el Gobierno obedece”. Bukele añadió que, desde el 01 de mayo 2021, la oligarquía perdió los magistrados de la Sala de lo Constitucional y el fiscal . “Por primera vez en 200 años la oligarquía perdió el poder”.
El segundo año de Gobierno, no se conoció un informe de labores, montos o cambios de gabinete, plan quinquenal, lo que hará en los próximos tres años en lo económico y social, el mandatario se limitó a contar su historia electoral, criticar a ARENA y FMLN y llamar a defender lo alcanzado.
Y por eso, nuevamente llamó todos a jurar. “Juramos defender la patria contra todo obstáculo, contra todo enemigo, hoy más que nunca debemos reafirmar ese compromiso. El 3 de febrero de 2019 nuestra historia empezá a cambiar para siempre. El 28 de febrero de 2021 los salvadoreños reafirmaron el rumbo que querían tomar”, dijo Bukele.
Desde que Bukele asumió las riendas del país, la política nacional ha cobrado mayor relevancia para la prensa nacional e internacional, así como para aquellos salvadoreños que nunca les interesó dicha rama, pero que debido a la influencia que Bukele tiene, se volvió un lector, radioescucha o televidente más “pensante” en cuanto a decisiones, al menos así lo ha querido plantear Bukele en sus dos años de gestión.
Estos dos años de Gobierno, han estado plagado de polémicas, “rompimiento al estado de Derecho”, la nula “separación de poderes”, la “falta de transparencia y rendición de cuentas”, ataque a la prensa, campañas para favorecer a sus aliados, funcionarios manchados por posibles casos de corrupción, endeudamiento del país, pandemia, cuarentena estrictas y omisión a temas relevantes de la ciudadanía salvadoreña como, la seguridad, desaparecidos, derechos humanos entre otros.
Polémica
Entre los anteriores diputados de la Asamblea Legislativa, que en su mayoría eran de oposición, ARENA y FMLN, partidos que hoy por hoy, los catalogan como “irrelevantes” en el escenario político; sin embargo, estos dos partidos fueron los principales personajes para que Bukele no obtuviese de lleno todo lo que él quería, tal fueron los casos de los millones que quiso el mandatario para financiar el plan de seguridad, el famoso, “Plan Control Territorial” durante la fase 1, 2 y 3.
Plan Control Territorial
La negación de estos fondos por parte de los parlamentarios anteriores, desembocó que el mandatario salvadoreño, de la mano con elementos fuertemente armados de la Policía Nacional Civil y Fuerza Armada se tomaran por la fuerza al recinto legislativo, un hecho nunca visto en la historia reciente de El Salvador. Un hecho que sucedió un 9 de febrero de 2020, siendo ese día catalogado como “el intento del golpe de Estado”, ya que según comentaron los diputados en ese entonces, Bukele intentó tomar el poder total de la Asamblea Legislativa, pero no lo consiguió. Desde ese entonces, a Nayib Bukele lo han tildado de “dictador”, “por romper el orden constitucional”, de hecho, ese señalamiento lo ha contrastado con las diversas acciones que ha hecho, como, por ejemplo, la entrega de canastas solidarias, el proceso de Vacunación, entre otros.
Separación de poderes
Con los hechos del 9F, según analistas políticos, y diputados de oposición, Bukele no respetó la separación de poderes, tras imponerse en el Salón Azul y tomar la silla del presidente de la Asamblea Legislativa, Mario Ponce para ese entonces.
“Falta de transparencia y rendición de cuentas”
Algo que en reiteradas ocasiones los diputados de ARENA, FMLN, cuestionaron al mandatario, es la falta de transparencia ya que, en varios de los préstamos afirmaron que no se supo una fuente de financiamiento, e incluso omitiendo la Ley de Adquisiciones y Contrataciones (LACAP). Justamente los diputados de oposición también cuestionaron la poca rendición de cuentas que el Gobierno Central ha realizado durante estos dos años.
Ataques a la prensa
Bukele de igual forma, ha desprestigiado la labor periodística de diferentes medios de información, como El Faro, Gato Encerrado, Revista Factum, quienes han presentado diversas investigaciones sobre algunos funcionarios que se vieron involucrados en temas relacionados con actos de corrupción, como, por ejemplo, el ex ministro de Agricultura, Pablo Anliker, el ex ministro de Seguridad, Rogelio Rivas, y la comisionada presidencial, Carolina Recinos. El argumento del mandatario ha sido que los medios críticos “siguen intereses”, señalándolos de tener unas agendas para los grupos de poder en el país.
Cuarentena estricta
Al jefe de Estado le tocó enfrentar una pandemia, la de coronavirus, motivo por el cual, implementó una cuarentena estricta durante 85 días, desde el 21 de marzo, hasta el 13 de junio de 2020. En este tiempo fue duramente criticado por los diputados y demás organizaciones porque se irrespetaron los derechos humanos, en cuanto a su movilidad, en el territorio salvadoreño, y en algunos de los casos, el uso de la fuerza como medida de orden.
Campañas para favorecer a sus aliados
Antes que iniciara la campaña electoral por diputados de la Asamblea Legislativa, los entonces candidatos de Nuevas Ideas se colgaron de la imagen del presidente Bukele, que de hecho, tenía muy buena aceptación por parte de la población tras entregarle paquetes alimentarios, así como dinero en efectivo que desembocó en caos en plena pandemia y cuarentena estricta. Los diputados mantuvieron (y mantienen) un discurso en pro de Bukele. Es decir, en “construir un nuevo país, al lado del pueblo”, que dicho sea de paso, les agenció un curul a la gran mayoría.
Omisión a temas relevantes de la ciudadanía salvadoreña
Nayib Bukele como máximo líder en el país, no ha abordado temas de interés para ciertos sectores, como, por ejemplo, promover una Ley de Identidad de Género o una Ley General de Aguas que dicho sea de paso, ambas propuestas fueron enviadas al archivo por los diputados del oficialismo. De igual forma, la Ley de Personas Desaparecidas y la Ley del Banco Nacional de Datos Genéticos fueron archivadas por los mismos, siendo así el tema de los desaparecidos un tema no tan relevante para el Gobierno.
Destituciones de la Sala y del fiscal
Justamente con la llegada de los diputados de la bancada oficialista, el hecho que marcó un antes y un después en la historia de la democracia según algunos analistas y mismos diputados, fue la destitución de los 5 magistrados propietarios y 5 suplentes de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, y del fiscal general de la República. Siendo la primera acción del plan de Bukele por controlar todo el aparato del Estado. Dichos actos fueron condenados a nivel internacional, mostrando la preocupación por el rompimiento del orden constitucional en El Salvador, logrado tras la firma del Acuerdo de Paz en 1992, que puso también fin a una cruenta guerra civil.
Relaciones con China y Estados Unidos
Las relaciones diplomáticas con el país norteamericano se han deteriorado más al cierre de este segundo año de gestión, mientras que ha abierto más lazos con el rival de los Estados Unidos, China, con la adquisición de vacunas y así como cooperación “no reembolsable” por parte de los chinos hacia El Salvador.
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