Redacción Nacionales
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Bukele cumplió sus 5 años legítimos como presidente constitucional de El Salvador este viernes 31 de mayo, luego que en 2019 fuese electo por los salvadoreños; sin embargo, las promesas que hizo previo a convertirse en mandatario no las ha cumplido o las ha cumplido a medias, como, por ejemplo, la CICIES.
Pese a que la Constitución de la República prohíbe la reelección presidencial, Nayib Bukele, amparándose de una torcida sentencia de la Sala de lo Constitucional impuesta por su partido, ejercerá un segundo mandato, luego de resultar electo en las elecciones del 4 de febrero.
Bukele incumplió la mayoría de sus promesas hechas en su campaña electoral de 2019-2019; en el Plan Cuscatlán, Bukele consignó varios proyectos a desarrollar; pero estos se quedaron en papel. Un análisis hecho por el periódico digital El Faro, detalla que Bukele ignoró el 78.2% de todo lo que prometió en economía, obras públicas, seguridad y transparencia, y solo cumplió promesas secundarias que no fueron publicitadas durante aquella campaña.
Promesas cumplidas
A finales de 2019, días antes de las elecciones, el equipo de Bukele dio a conocer el Plan Cuscatlán, donde se agrupó varias propuestas a desarrollar por parte del gobierno. Entre las propuestas que sí se han cumplido destaca la factura electrónica, la adecuación de aeropuerto para vuelos internacionales a cargo de la Comisión Ejecutiva Portuaria Autónoma (CEPA). Un sistema de cámaras con capacidad de reconocimiento facial en diferentes puntos del país y un laboratorio de ADN.
A finales de agosto de 2022, el Gobierno, a través de la Asamblea Legislativa, reformó el Código Tributario para habilitar la entrada en vigor de la factura electrónica. También, a través de CEPA, cumplió con remodelar el aeropuerto Monseñor Romero para la llegada de visitantes internacionales.
En junio de 2019, cuando Bukele entró al poder, el Gobierno anunció en su Política Presupuestaria que a partir de 2020 comenzaría a operar una Unidad de Inteligencia Fiscal, que se encargaría de la detección temprana de incumplimientos, monitoreo, estadística y perfiles de evasión: así como orientar la base tributaria hacia la formulación de perfiles socioeconómicos.
Sobre el laboratorio de ADN, en julio de 2019, Bukele colocó la primera piedra del proyecto, el cual, fue financiada gracias a un donativo por $25 millones de Howard Graham Buffet. Otra de las promesas de campaña cumplidas, fue la de incluir un sistema de cámaras con capacidad de reconocimiento facial. En el Presupuesto de 2022 de la PNC confirma que cumplió con esto, ya que en “infraestructura policial” fue ejecutado un proyecto que tiene ese componente.
Promesas incumplidas
Entre las tantas promesas incumplidas están: Ferri local – regional a cargo de CEPA, aeropuerto en La Unión a cargo de CEPA, reubicación del Centro de Gobierno a cargo del MOP, varios metros entre San Salvador y diferentes puntos a cargo del MOP, hospital de especialidad de Oriente y de Occidente a cargo del Ministerio de Salud, eliminación de la partida de gastos reservados, exonerar del pago de IVA a las 100 mil familias más necesitadas, IVA diferenciado para bienes de lujo, canasta básica y medicinas, reducir el déficit fiscal, elaborar estrategias de alianzas con organizaciones de la sociedad civil, creación de una policía escolar, ley sobre educación sexual entre otras.
En las promesas incumplidas destacan, en su mayoría, las obras públicas. Bukele presentó un plan de inversión en obra pública por $1,515 millones. En 2022, en respuesta a una solicitud de información, Obras Públicas publicó en su página web un informe en el que menciona que no hay diseños ni planes para ejecutar ninguna de las obras mencionadas en el Plan Cuscatlán. Es decir, el Gobierno no hizo las obras que prometió, pero sí, otras.
Promesas a medias
Las propuestas que quedaron a medio camino fueron: La creación de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en El Salvador (CICIES), ya que se implementó, pero cuando ésta descubrió casos de corrupción del actual gobierno decidió quitarla. La reforma de pensiones, ya que aún siguen los problemas pese aprobar nuevas reformas.
Bukele, en su Plan Cuscatlán prometió eliminar la partida secreta, sin embargo, estando en el poder fue todo lo contrario, la mantuvo y la ha incrementado. Dijo que el Organismo de Inteligencia del Estado era necesario y que iba a permitir auditorías a sus gastos. Al final de su mandato, el presidente Bukele presupuestó $40 millones para la partida secreta de la Casa Presidencial entre 2019 y 2024.
Le falló a la UES
Bukele prometió construir nuevas sedes de la UES, aumentar el presupuesto gradualmente para inversión en becas, investigación o nuevas carreras, mejorar la clínica de Bienestar Universitario, y mejorar el mobiliario o la creación de residencias universitarias; sin embargo, nada de eso realizó, al contrario, le debe a la UES, $51.6 millones del presupuesto 2022 y 2023; además ocupó sus instalaciones como un hotel para alojar a diferentes invitados en eventos gubernamentales.
Bukele y el régimen
Bukele no prometió imponer un régimen de excepción; sin embargo, la medida lleva más de 2 años para combatir presuntamente a las pandillas. Esta medida ha violentado los derechos humanos de miles de personas que nada tienen que ver con pandillas; también, ha generado un cambio en la percepción de la seguridad, pues los salvadoreños dicen sentirse más seguros. Según investigaciones periodísticas, el régimen surgió luego de una presunta ruptura entre el Gobierno y las pandillas, pues el Gobierno de Bukele habría negociado con las pandillas para reducir el número de homicidios
Este sábado, Bukele asumirá un segundo mandato de forma inconstitucional; pese a que la Constitución de la República lo prohíbe, será juramentado en el Palacio Nacional de San Salvador.