Joaquín Salazar
@JoakinSalazar
El presidente de la República, Nayib Bukele, giró una orden a la Superintendencia General de Electricidad y Telecomunicaciones (SIGET) para buscar medidas para reducir el costo de energía eléctrica y evitar impactar a los consumidores por una deuda de $3.56 millones de dólares que se tiene con la Comisión Regional de Interconexión Eléctrica (CRIE).
“He instruido al superintendente de la SIGET, Manuel Aguilar, que encuentre una fórmula par no impactar a los consumidores con el cobro de la deuda contraída por la administración del FMLN, sino por el contrario, busque una manera de que baje la tarifa eléctrica”, dijo el mandatario salvadoreño.
Esta deuda se deriva de una multa que los estados miembros de la CRIE, ente regulador del mercado eléctrico centroamericano, acordaron pagar por poner restricciones a la importación de electricidad y que la SIGET detalló en los últimos días se trasladará a los consumidores a razón de $1.12 por megavatio por hora (MV/) adicional.
El Superintendente de la SIGET reafirmó que “desde que nos dio la instrucción, estamos trabajando en eso. Pronto tendremos buenas noticias”. GANA, el partido de Gobierno, respondió que los diputados de este ente político están listos para dar iniciativa a cualquier propuesta que se considere presentar a la Asamblea Legislativa.
Semanas atrás, los diputados de la Asamblea Legislativa aprobaron un recomendable para la SIGET, para que evitara trasladar a la ciudadanía la deuda de $3.56 millones de dólares.
Los parlamentarios sugirieron a la SIGET un mecanismo alterno para honrar la deuda sin que se impacte en la economía de los salvadoreños y es que dicho monto sea pagado con las utilidades generadas por la empresa Inversiones Energéticas (INE). La ciudadanía respondió positivamente a la orden girada por el mandatario. Y es que en las últimas semanas se ha incrementado las denuncias por el incremento del costo de energía en algunos sectores del país, con está iniciativa se impide un nuevo incremento que afectaría directamente el bolsillo de los salvadoreños.