Por Elder Gómez
Colaborador
Inaugurado en 2017 por el gobierno del FMLN, un polémico monumento erigido a la «reconciliación», ha comenzado este miércoles a ser desmantelado por orden del presidente, Nayib Bukele.
«Este espacio no era visitado por nadie, era un monumento a la corrupción, costó más de un millón de dólares, solo la muñeca», dijo el ministro de Obras Públicas, Romeo Herrera, al comenzar la demolición de las estatuas.
El monumento, que desde su inauguración tuvo severas críticas por lo tosco, arquitectónicamente deforme y rígido, yacía en una plaza cercana al Bulevar «Monseñor Óscar Arnulfo Romero», en Antiguo Cuscatlán, en el suroeste de San Salvador.
Tenía a un guerrillero y un soldado abrazados, acobijados por el busto de una mujer.
Fue erigido para conmemorar los 25 años de la firma de los «Acuerdos de Paz» que, en 1992, pusieron fin a 12 años de guerra civil en El Salvador, que dejaron más de 75 mil muertos, más de 7 mil desaparecidos y millonarias perdidas económicas.
Herrera anunció que en el lugar comienza este mismo miércoles, 3 de enero de 2024, la construcción de «un espacio público» que, entre otras cosas, contará con un circuito ciclopeatonal, que estará interconectado con el Parque Bicentenario, en el mismo sector.
«En este gobierno estamos construyendo espacios públicos de calidad», apuntó el funcionario.