Por Leonel Herrera*
La congresista estadounidense Norma Torres acusó al presidente salvadoreño Nayib Bukele de interferir en las elecciones realizadas el pasado 8 de noviembre, en las cuales ella resultó reelecta por el Distrito 35 de California. En un comunicado oficial difundido en sus redes sociales, la legisladora norteamericana señaló directamente al gobernante salvadoreño, a miembros de su gabinete y a cónsules que trabajan en Estados Unidos de realizar una campaña en su contra que incluyó amenazas, difusión de información falsa y acoso, tanto físico como digital. “Todos estos ataques fueron dirigidos desde El Salvador”, sentenció la parlamentaria del Partido Demócrata.
Según la reconocida legisladora estadounidense, el presidente salvadoreño no sólo arremetió contra ella, a pesar de su origen guatemalteco y su trabajo en favor de los migrantes centroamericanos, sino que hizo algo mucho más terrible: promovió entre los votantes latinos al candidato del Partido Republicano Mike Cargile, un fanático antiinmigrante, racista y xenófobo seguidor del ex presidente Donald Trump (https://www.laprensagrafica.
En la infame campaña contra Torres participaron funcionarios bukelistas como el jefe del grupo legislativo de Nuevas Ideas Cristian Guevara y el propio presidente Bukele. El 2 de abril de 2021, el gobernante salvadoreño escribió en su cuenta de Twitter: “Espero que todos mis hermanos salvadoreños, mexicanos, hondureños, guatemaltecos, nicaragüenses, dominicanos, venezolanos y todos los latinoamericanos del Distrito 35 de California NO VOTEN por Norma Torres”.
Es muy importante destacar que los ataques de Nayib Bukele contra Norma Torres y su apoyo a Mike Cargile se dieron en los días previos a la aprobación de una nueva prórroga del Estatus de Protección Temporal (TPS) para ciudadanos de El Salvador, Nicaragua, Honduras, Haití, Sudán y Nepal. La decisión, tomada por el Servicio de Inmigración y Ciudadanía (USCIS), del gobierno de Estados Unidos, beneficia a unos 250 mil salvadoreños y salvadoreñas, quienes renovarán automáticamente sus permisos de trabajo y no podrán ser deportados entre enero de 2023 y junio de 2024, el período de vigencia de dicha medida humanitaria.
Entonces, la pregunta que se plantea es: ¿por qué el presidente Bukele comete el grave sinsentido de arremeter contra una diputada pro migrantes y apoyar a un candidato anti inmigrantes en vísperas de la extensión del TPS que beneficiaría a cientos de miles de compatriotas salvadoreños? Las respuestas a esta acción tan absurda son varias. La primera es la sobreestimación que Bukele hace sobre su capacidad y posibilidades de incidir en elecciones de otros países y de mover la voluntad ciudadana más allá de El Salvador. Ni la palabra del presidente salvadoreño tiene tanta fuerza ni los votantes latinos son tan manipulables, es la confirmación del intento bukelista de evitar la reelección de Norma Torres. Nayib Bukele se auto engaña sobre su real nivel de influencia.
Otra tiene que ver con el grado de personalización que el gobernante salvadoreño ha dado a las críticas de la congresista estadounidense: la feroz campaña de desprestigio contra Torres es una clara represalia por sus críticas al autoritarismo, la intransparencia y la antidemocracia de Bukele. Con esto el mandatario salvadoreño exhibe su nula visión de estadista y se muestra como un sujeto vengativo, rencoroso y dispuesto a poner sus caprichos personales por encima de los intereses y derechos de la población. Para Nayib Bukele, atacar a una congresista que expresa críticas a su gestión es más necesario que abogar por los y las migrantes.
Lo actuado por el presidente Bukele también dice mucho de su falta de respeto por la institucionalidad y los procesos democráticos. La falta de escrúpulos para entrometerse en las elecciones de un país extranjero es resultado de la actitud autocrática y autoritaria del mandatario salvadoreño. Además, el uso de la mentira, la difamación y la desinformación es siempre una muestra de la extrema miseria política.
Finalmente, el apoyo de Nayib Bukele al contrincante anti inmigrantes de Norma Torres confirma su afinidad ideológica con Donald Trump y el alineamiento político al movimiento de extrema derecha global liderado por el ex gobernante estadounidense, al que también pertenecen el todavía presidente brasileño Jair Bolsonaro, un neofascista nostálgico de las dictaduras militares. Puede decirse, entonces, que para Bukele mostrar su simpatía con la ultraderecha trumpista es también más importante que los derechos, sueños y aspiraciones de las y los migrantes salvadoreños.
*Periodista y activista social.