@arpassv
La Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP) acusa al gobierno de violentar convenios de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
La gremial empresarial está molesta porque el Ejecutivo promovió una reforma legal que le quitó la exclusividad en el nombramiento de los representantes privados ante instituciones autónomas y porque creó una comisión presidencial para asuntos laborales.
La reforma legal fue para democratizar la representación del sector empresarial en las autónomas y la comisión presidencial es para dialogar con los sindicatos sobre reivindicaciones laborales. Ambas cosas son inaceptables para la ANEP y por eso acusa al gobierno de irrespetar disposiciones de la OIT.
Que los directivos de la gremial empresarial acusen al gobierno de incumplir cuestiones laborales, find es otro caso de “burros hablando de orejas”. Porque ¿quién más violador de derechos laborales que la ANEP?
¿Acaso no es ANEP la principal opositora al aumento del salario mínimo para los trabajadores y trabajadoras? ¿No fue el gremio empresarial impulsor del paquete de reformas neoliberales que incluyó la flexibilidad laboral cuyo resultado es la precarización de las condiciones de trabajo?
¿No es ANEP la que propone medidas como subir la edad de jubilación? ¿No es ANEP la gremial que guarda silencio ante el impago de cuotas al Seguro Social y otras violaciones a los derechos laborales de muchas empresas?
“Burros hablando de orejas”. ¿Qué dice la ANEP de los empresarios que prefieren invertir en el extranjero en vez de generar empleos en el país?
Para tener solvencia moral con sus críticas, la gremial empresarial debería procurar el respeto a los derechos laborales, avalar incrementos al salario mínimo y dignificar las condiciones laborales.
Además, en lugar de defender a los empresarios deudores con el fisco, debería promover la transparencia en el sector privado y aceptar la reforma fiscal progresiva donde “paguen más quienes tiene más”. Y ya no debería presionar por la privatización del agua.
Las organizaciones laborales deben desenmascarar y denunciar el verdadero rol de la ANEP. La gremial empresarial, junto con FUSADES y ARENA, conforman la tríada de la derecha oligárquica se opone a los cambios estructurales que favorezcan a las mayorías desposeídas.