@JoakinSalazar
Entre lágrimas y una mirada que guarda esperanza, Ana de Jesús Alvarado, condenada a cuatro años de prisión por posesión de drogas, es una de las internas recluidas en el Centro de Readaptación de Mujeres de Ilopango. Ella, como muchas de sus compañeras luchan diariamente por cambiar su estilo de vida, ese que un momento de malas decisiones la llevó hasta la prisión.
Alvarado, guarda en su mente y su corazón el deseo de salir nuevamente por su madre y demás familia que aún la esperan al salir de su reclusorio, ante esto, con el afán de cumplir su anhelo ingresa a los talleres y programas, mismos que ofrece la Dirección General de Centros Penales, a través del Modelo Penitenciario Yo Cambio, que les da una segunda oportunidad de vida.
“Nosotros nos metemos en este programa porque anhelamos nuestra libertad, queremos tener un cambio, ser una persona diferente para cuando nosotros salgamos de este lugar no queremos seguir siendo, las mismas personas que éramos antes de ingresar a este centro penitenciario”, dijo entre sonrisas y los ojos llorosos.
Como ella, 414 internas del Centro de Readaptación culminaron con un taller de grupos de apoyo y formación, un proyecto que busca el empoderamiento de la mujer en la sociedad, a través de sus derechos.
“Este programa nos ayuda, porque nosotros logramos comprender lo que hicimos malo, por el motivo que nos hace venir a este lugar, lo que nos permite reflexionar; aprendí a valerme por mi misma, a demostrarle a todo el mundo que somos seres humanos con mentes despiertas, para ser nuevas, en el día que estemos en libertad”, recalcó Alvarado
La Dirección de Centros Penales, en cooperación con la Procuraduría General de la República, clausuró dos talleres de grupos de apoyo y formación, con la participación de 416 mujeres, internas del recinto penitenciario, quienes recibieron su diploma de reconocimiento por culminar su taller.
Taller que tuvo como objetivo promover el fortalecimiento emocional de las internas, mejorar su autoestima, hacerlas conocedoras de sus derechos y lograr el empoderamiento.
El acto de clausura realizado dentro del recinto penitenciario de mujeres, fue presidido por la Procurador General de la República, Sonia Cortez de Madriz, y el Director General de Centros Penales, Rodil Hernández, quienes entregaron un diploma de reconocimiento a las internas graduadas, que culminaron con éxito su taller.
Este programa forma parte del convenio suscrito entre el Ministerio de Justicia y Seguridad Pública y la Procuraduría, que promueve la atención integral para las adolescentes y mujeres en conflicto con la Ley, con el que se coordinan diferentes acciones encaminadas a mejorar la situación de las adolescentes y mujeres internas que cumplen su pena en centros penitenciarios del país.
“Hemos preparado a más de 400 mujeres que están empoderadas de sus derechos con conocimiento de lo que esta bien y mal, al conocer la Ley, y los resultados los vemos, son personas que ya están apartadas y que no ocasionan ningún problema a nivel disciplinario en las instalaciones, por lo que consideramos que al salir harán valer lo aprendido en su comunidad”, explicó la Procuradora Sonia Cortez de Madriz.
La Procuradora destacó que este tipo de proyectos busca preparar a las internas a un futuro, que en un inicio se implementa en el Centro de readaptación de mujeres, sin embargo, las autoridades confirmaron que será aplicado en la Granja Penitenciaria de Izalco, que es el otro reclusorio de mujeres.
“Vamos a ofrecer nuestros servicios a todos los centros que cuenten con mujeres privadas de libertad, porque tenemos los instrumentos, hay mucha convicción y servicio porque sabemos que las mujeres es el pilar fundamental de las familias. En esa medida queremos que las mujeres, que en algún momento de su vida han estado involucradas en el cometimiento de un ilícito pues eso que quede en cosa del pasado y se prepare para un porvenir mejor”, agregó la Procuradora.
El Director de Penales, Rodil Hernández, agradeció el aporte que realiza la Procuraduría con el recinto penitenciario, principalmente con las mujeres recluidas, “Nosotros tenemos un enfoque de prepararlas a ustedes para que puedan vivir en libertad, para que al recuperar su libertad, ustedes tengan todas las herramientas para ser agentes de cambio en sus familias en sus comunidades y en la sociedad”, comentó.
Asimismo, afirmó que el compromiso de la entidad es desarrollar el cumplimiento de los derechos humanos y de todos los derechos que tienen la población penitenciaria, en todo el país, “Esto ha sido algo que venimos caminando, es el resultado de un proceso de formación y de toda una política penitenciaria orientada a la readaptación de los reclusos y reclusas”, agregó.
Y es que con este tipo de acciones las autoridades penitenciarias buscan dar cumplimiento al derecho de readaptación de los privados de libertad, que con este taller dejan atrás las decisiones que los llevaron a permanecer recluidos en centros penitenciarios.
“Esta disposición de cambio individual y personal obviamente producirá un cambio con las personas que les rodean a ustedes, cuando salgan en libertad producirá el cambio que queremos, que es nuestro objetivo de la política penitenciaria”, recalcó Hernández.
Tras esto, las 416 privadas de libertad reconocieron que ellas han iniciado con un cambio, que les permitirá demostrar sus capacidades en la sociedad “Sabemos que tenemos que trabajar, y que el dinero que ganamos nos cuesta, allá afuera me espera mi madre, mis hermanas, a quienes quiero mucho y por ellos esto y cambiando”, culminó Ana de Jesús Alvarado.
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