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Liliana Martínez-Scarpellini
Los Ángeles/dpa
Bajo la bandera de Disney, Pixar parece haberse redimido desde la época en la que empezaron a acusar a los estudios de producir solamente secuelas. Tras los estrenos de éxito de “Inside Out” y “The Good Dinosaur”, lanza ahora con seguridad “Finding Dory”, la continuación de “Finding Nemo”.
La simpática y conmovedora historia llega 13 años después del estreno de la primer parte, que tan hondo caló en el corazón de los espectadores.
La secuela cuenta con Andrew Staton, el director de la original, como responsable no solo de la realización sino también del guión de una historia que vuelve a explorar lo más profundo de los océanos y sus coloridos habitantes. La codirige Angus McLane.
La historia sigue a Dory, el pez amnésico de “Finding Nemo” que parece recordar parte de su pasado y que quiere volver a sus orígenes tras un golpe de claridad mental.
Quiere reunirse con su familia en la costa de California, viajando hasta el Instituto de Vida Marina de Monterey, donde conoce a Bailey, una ballena blanca, a Destiny, un tiburón ballena, y a Hank, un pulpo que se convierte en su guía.
Como en la primera cinta, el reparto de voces detrás de los personajes es muy amplio, con Ellen DeGeneres haciendo de Dory, Albert Brooks como Marlin, y una larga lista que incluye a Diane Keaton, Eugene Levy, Ty Burrell, Willem Dafoe e Idris Elba, entre otros.
Todo ello de la mano de Stanton, un hombre que nunca abandonó la idea de hacer otra película pese a las dificultades para llevarla a buen puerto tantos años después. Stanton dice que creció junto al océano” y que eso le animó a contar la historia del fondo del mar.
“Pensé que sería un lugar fascinante para hablar de los asuntos comunes de la vida, porque es algo muy vivo que representa tanto la vida como la muerte. Es algo muy complejo y que nos da miedo al mismo tiempo”.
Confiesa que para la secuela se decantó por Dory como protagonista pese a la cantidad de opciones que tenía, por sus muchos encantos pese a ser un personaje olvidadizo. “Dory es como siempre quise ser”, explicó. “Siempre quise estar atrapado en el momento y sencillamente disfrutar las cosas por lo que son y ver lo mejor en cada situación”, dijo.
Además de la expectativa que ha despertado el estreno de la película en todo el mundo, están las curiosidades que rodean a la cinta.
Aunque ambos largometrajes animados hacen hincapié en la necesidad de respetar la libertad de los peces que acaban en muchos tanques como figuras de decoración, el estreno en 2003 de “Finding Nemo” disparó la venta de peces payaso, la especie del protagonista de la película.
Ahora, los biólogos marinos han lanzado una campaña para evitar que suceda lo mismo con el pez azul que protagoniza la historia en torno a Dory. Se trata del cirujano regal, un pez de arrecife que podría acabar en multitud de peceras tras el paso de la cinta de Disney por la cartelera de medio mundo.
En cuanto a sus expectativas en taquilla, los expertos esperan un éxito similar o incluso superior a la cinta original, que en su momento recaudó 380 millones de dólares en Estados Unidos.
La recepción en las redes sociales ha sido positiva y la respuesta hace pensar que se recuperará la inversión con creces.
Además está la venta de merchandising en torno a la película. Peluches y juguetes del pez payaso se vendieron hasta la saciedad en su momento. Y la idea es ahora que Dory ocupe el puesto de Nemo para que la factoría Disney siga bien engrasada.
