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C. Tangana nunca va a dejar de sorprendernos, podría haber escogido el camino fácil, el de repetir la jugada maestra y el éxito de “Demasiadas Mujeres” y “Tú Me Dejaste De Querer” con otro sencillo que homenajea y a la vez renueva el imaginario castizo español. Pero no, “Comerte Entera” va por otro lado. Como esos regalos que no sabes que deseabas tanto hasta que los desenvuelves, el tercer adelanto de su muy esperado álbum El Madrileño es una bossa nova. Bueno, es y no es, porque C. Tangana revisa todos los géneros de la música popular del Siglo XX pero desde una óptica absolutamente contemporánea. “Comerte Entera” es el primer visado musical en otra latitud de El Madrileño, en este caso Brasil. Tras dos años recorriendo todo el planeta, C. Tangana empieza a enseñarnos lo que se ha llevado con él de todos esos viajes. “Comerte Entera” ya está disponible en todas las plataformas digitales.
Para este sencillo, C. Tangana reclutó al propio Toquinho para ponerle su toque especial a la voz y a la guitarra. Una colaboración de leyenda, insólita e imprevisible a la que C. Tangana confiere una capa de barniz actual gracias a la rutilante producción del siempre visionario y frecuente colaborador, Alizzz, y Víctor Fernández, un multi-instrumentalista clave para el proyecto de El Madrileño. En este tema C. Tangana hace suya la bossa, la sensualidad alrededor de una letra sobre minas perigosas y hasta la saudade. En realidad, la seductora melancolía de “Comerte Entera” no es tan distinta a la de “Nunca Estoy”, “Demasiadas Mujeres” o “Tú Me Dejaste De Querer”. Con C. Tangana, incluso lo inesperado tiene su lógica. Sin dudas la combinación entre “Comerte Entera” y los iconos de la música popular española se mantienen presentes en esta interpretación.
El video de “Comerte Entera” cambia el sol, las caipirinhas y la arena de playa por la arquitectura de hormigón de la Casa Carvajal, las afueras del Palacio Real en invierno y un cocido en Restaurante Lhardy. Porque la colección de imágenes de este vídeo musical, otro triunfo en colaboración con Santos Bacana y la productora Little Spain, tampoco estaba en ninguna apuesta: C. Tangana en la cocina cortando ajo con una cuchilla de afeitar (como en la película “Uno De Los Nuestros”), monjas en segway y Bárbara Lennie como femme fatale distrayendo a los señores del puro de una comida de negocios. De nuevo, otra decisión creativa impredecible. Llamémosle alergia a la obviedad o llamémosle simpatía por lo desconocido. Todo el camino que lleva a El Madrileño es un elogio del asombro. Pero, al final, si C. Tangana no deja de sorprendernos es porque él tampoco quiere dejar de sorprenderse a sí mismo como artista.
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