Telesur
Mientras Buenaventura, localidad portuaria colombiana, ubicada en el departamento del Valle de Cauca vive uno de sus peores momentos a causa de la violencia, este miércoles, sus habitantes realizarán una cadena humana, de 21 km, para pedir por la paz de esta región.
La demostración ha recibido el apoyo de la jerarquía de la Iglesia Católica local, cuyos obispos han respaldado esta iniciativa, por ello «unimos nuestra voz a la del hermano Obispo, Rubén Darío Jaramillo Montoya, quien viene alertando, con firmeza y angustia, sobre el riesgo de masacres en diversas comunas y caseríos del distrito».
Los religiosos indicaron que «la gran cadena humana, como expresión de paro y protesta ciudadana» es una expresión de “la solidaridad moral, la unidad y alianza, pacífica pero contundente, del pueblo que se entrelaza como una sola fuerza, para aislar a los tiranos visibles y también a los ocultos”.
De igual manera, denuncian que las bandas criminales «conforman la cobarde urdimbre del asesinato y del genocidio, en la ciudad y en la región del Pacífico y Suroccidente” de Colombia.
A la par denunciaron el «apoderamiento mafioso de la ciudad por parte de pandillas y carteles, que cubren la red de esteros, fluvial y marítima, capturando los renglones de la precaria economía de mercado, desplazando con terror barrios enteros y asesinando de manera selectiva a los jóvenes».