El Cairo/AFP
Un tribunal egipcio condenó este sábado al líder de los Hermanos Musulmanes y a otros 36 islamistas a cadena perpetua y confirmó la pena de muerte a otros diez acusados, help click por una manifestación violenta.
El guía supremo Mohamed Badie, seek encarcelado y procesado en una decena de juicios como casi todos los miembros de la dirección de su movimiento islamista, medical ya tiene otras dos condenas a muerte por manifestaciones violentas en julio de 2013, tras el derrocamiento del ex presidente islamista Mohamed Mursi por el ejército.
Entre los condenados a cadena perpetua figuran también un dirigente de los Hermanos Musulmanes, Mohamed al Beltagui, el predicador islamista Safwat Hegazy, dos exministros de Mursi y dos exparlamentarios afiliados a la cofradía.
El mismo tribunal confirmó por otro lado las penas de muerte pronunciadas contra otros diez acusados, la mayoría en ausencia, por esta misma manifestación en la que habían muerto dos personas en Qaliub, en el delta del Nilo.
Desde el derrocamiento el 3 de julio de 2013 del presidente Mohamed Mursi, se acusa a las autoridades egipcias de utilizar la justicia como un instrumento represivo, especialmente contra los Hermanos Musulmanes, que habían ganado todas las elecciones desde las revueltas que acabaron en 2011 con tres décadas de poder de Hosni Mubarak.
Más de un millar de ellos perdieron la vida, 15.000 fueron detenidos y cientos condenados a muerte tras juicios masivos sumarios denunciados por la comunidad internacional y por las ONG.
El 14 de agosto de 2013, un verano especialmente violento, murieron en tan solo unas horas más de 700 partidarios del depuesto presidente Mursi, según fuentes oficiales, por los disparos de la policía y el ejército.
En represalia, los islamistas incendiaron comisarías, iglesias y casas de familias cristianas en todo el país, a las que acusaban de haber apoyado el golpe de Estado militar.
Desde entonces los ataques contra las fuerzas del orden se han vuelto muy habituales. Según el gobierno, en estos atentados, reivindicados en su mayoría por grupos yihadistas, han muerto más de 500 policías y soldados.
Estos grupos no tienen ningún vínculo con los Hermanos Musulmanes, pero las autoridades han declarado a la cofradía, con una historia de 86 años, «terrorista» y la han relegado a la clandestinidad.
El exmilitar Abdel Fattah al Sisi, que derrocó a Mursi y se convirtió recientemente en presidente tras ganar las elecciones con un 97% de los votos, ha prometido acabar con el movimiento islamista.
La represión, que al principio estaba dirigida contra los islamistas, también incluye a militantes laicos y progresistas que estaban con el ejército hace un año.
También ha afectado a periodistas. Tres reporteros de Al Jazeera en inglés, entre ellos el australiano Peter Greste, fueron condenados a entre 7 y 10 años de cárcel por apoyar presuntamente a los Hermanos Musulmanes, un juicio que ha generado indignación internacional.
Los Hermanos Musulmanes aseguran que su movimiento es pacífico, pero varios miembros del grupo han participado en ataques contra la policía.
El viernes, cuatro personas murieron supuestamente al manipular un artefacto explosivo en una granja propiedad de uno de los dirigentes de la cofradía, según el ministerio del Interior.