Conocida en la medicina como alopecia, la caída del cabello tiene diversos factores que originan su aparición, tanto en hombres, como en mujeres; sin importar la edad. Identificada como la pérdida del vello, o rarefacción del cabello, esta enfermedad puede afectar cualquier área del organismo donde se encuentren los folículos, tales como lo son: la cabeza, las axilas, la región genital, o el rostro.
Cada día una persona puede llegar a perder más de cien vellos. La alerta se debe presentar cuando esta cantidad se torna notoria, tanto al despertarse como al peinarse, o al lavar el cabello, dejando entrever importante número de folículos en cualquiera de estas actividades rutinarias.
La clasificación de la caída del cabello es muy diversa.
Exponiendo dos grandes grupos, la alopecia se divide en no cicatricial y cicatricial. En el primer grupo, el folículo piloso no se destruye, pues tan solo presenta cambios en su funcionalidad; mientras que en el segundo, el folículo piloso pudiese haber sido destruido, o presentar alguna malformación, generando así su disminución o poca presencia.
De acuerdo a la variedad que presenta la persona, el médico tratante podrá dar un diagnóstico sobre la causa y el consiguiente tratamiento específico para solventarlo.
Entre el tipo más común de la caída de cabello se tiene señalada la alopecia androgénica, o mejor conocida como calvicie.
Este tipo de pérdida de cabello es más popular entre la población masculina, aunque también existen casos de mujeres que presentan algunos de sus rasgos más característicos.
La aparición de esta pérdida del cabello se origina cuando los vellos van siendo sustituidos por folículos pilosos más finos y cortos.
Este padecimiento es crónico, por lo que con el mismo paso del tiempo el folículo más fino y corto pasará a ser inexistente. Junto a este síntoma la calvicie es acompañada por irritación del cuero cabelludo, picor, y descamación, siendo su causa principal la debilidad de los vellos ante la acumulación de las hormonas sexuales masculinas conocidas como andrógenos.