Washington / AFP
Michael Mathes
La Cámara de Representantes adoptó el jueves una resolución destinada a controlar la capacidad del presidente Donald Trump para tomar medidas militares contra Irán, en medio de preocupaciones tras la escalada de tensiones con la República Islámica.
La resolución fue presentada por los demócratas después de que Trump ordenara matar a un poderoso general iraní y los ataques en represalia con misiles por parte de Irán, que dispararon las tensiones y aumentaron los temores de una guerra.
La resolución, simbólica pero con fuerte significado político, tuvo 224 votos a favor y 194 en contra, con el apoyo de tres republicanos. La medida requiere al presidente evitar toda acción militar contra Irán sin la previa aprobación del Congreso.
Entre los republicanos que apoyaron la resolución estuvo Matt Gaetz, uno de los partidarios más acérrimos de Trump en el Congreso, quien señaló en su intervención que la medida no criticaba a Trump, pero consideró que «participar en otra guerra para siempre en el Medio Oriente sería una decisión equivocada».
«Si los miembros de nuestros servicios armados tienen el coraje de ir a luchar y morir en estas guerras, como Congreso deberíamos tener el coraje de votar por eso o contra eso», dijo Gaetz.
Mientras los legisladores debatían sobre la autoridad presidencial, Trump insistió en que no necesita la bendición de nadie para lanzar ataques, haciendo caso omiso de los requisitos legales existentes que demandan la intervención del Congreso.
«No tengo que hacerlo», dijo cuando se le preguntó si buscaría la aprobación del Congreso para una mayor acción militar contra Irán. «Y no debería tener que hacerse», agregó, «porque a veces tienes que tomar decisiones de una fracción de segundo».
El miércoles, Trump había dado señales de retroceder desde el borde de una guerra con la República Islámica después de la tensión generada a partir de un ataque estadounidense con drones que mató al máximo comandante militar iraní, lo cual derivó en el lanzamiento de misiles por parte de Teherán contra bases que albergan a fuerzas estadounidenses en Irak.
Pero el jueves cargó contra las críticas por ordenar el ataque a Soleimani sin justificación.
En un mitin de campaña en Toledo, Ohio, Trump volvió a repetir, sin mostrar evidencia, que el general iraní estaba «planeando activamente nuevos ataques», incluyendo embates a embajadas estadounidenses, y que lo había detenido.
Además, se burló de sus opositores demócratas en el Congreso, y dijo que si les hubiera consultado lo hubieran filtrado a la prensa, a la que llamó «noticias falsas».
«Debes tener el permiso del Congreso», dijo burlonamente, mofándose de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.
La bancada demócrata y dos miembros republicanos del Senado expresaron un profundo escepticismo sobre la justificación del gobierno sobre la orden de Trump de mandar matar al general Qasem Soleimani, y están exigiendo que el Congreso reafirme su poder sobre el uso del ejército estadounidense por parte del comandante en jefe contra otra nación.
Citando la Resolución de Poderes de Guerra de 1973, que prohíbe a un presidente llevar al país a la guerra sin la aprobación del Congreso, la medida «ordena al presidente que suspenda el uso de las fuerzas armadas de Estados Unidos para participar en hostilidades contra Irán o cualquier parte de su gobierno o ala militar «.
Pero el texto, presentado por la congresista Elissa Slotkin, exfuncionaria de la CIA con amplia experiencia en Irak, también prevé excepciones clave, permitiendo el uso de la fuerza para defenderse o prevenir un ataque «inminente» contra Estados Unidos o los estadounidenses.
Al hablar con la prensa sobre la resolución, Pelosi dijo que Trump «debe reducir la escala y debe evitar una mayor violencia; Estados Unidos y el mundo no pueden permitirse la guerra».
La medida ingresó en la Cámara como una resolución concurrente, una forma de normativa que no tiene el peso de la ley pero que podría en cuanto instrumento político servir como una reprimenda punzante a la estrategia de política exterior de Trump.
El líder republicano de la Cámara de Representantes Kevin McCarthy criticó el esfuerzo de Pelosi como un «show», porque no puede convertirse en ley y por lo tanto «nunca limitará la autoridad constitucional (de Trump) para defender al pueblo estadounidense».
– «Antiestadounidense» –
Pelosi había asegurado que su bancada avanzaría en la iniciativa porque sus preocupaciones no fueron atendidas en una reunión a puertas cerradas con los legisladores el miércoles junto al secretario de Estado Mike Pompeo y otros altos funcionarios de gobierno.
Los demócratas introdujeron una resolución de poderes de guerra similar en el Senado, donde enfrenta un fuerte desafío, ya que los republicanos tienen mayoría.
Pero dos republicanos del Senado, Mike Lee y Rand Paul, se manifestaron a favor de una resolución sobre los poderes de guerra presidenciales, lo que sugiere una posible votación favorable.
Ambos salieron de la sesión informativa de alta confidencialidad diciendo que los funcionarios de la administración Trump no proporcionaron una justificación aceptable para el asesinato de Soleimani, ni ninguna evidencia específica de una amenaza inminente contra las fuerzas o ciudadanos estadounidenses.
Lee aseguró indignado que los funcionarios que brindaron información, incluidos el secretario de Defensa Mark Esper y la directora de la CIA Gina Haspel, les estaban «insultando» al desalentar las preguntas sobre la política militar oficial hacia Irán.
«¿Venir y decirnos que no podemos debatir y discutir la conveniencia de una intervención militar contra Irán? Eso no es estadounidense, es inconstitucional y está mal», declaró Lee a periodistas.
Durante el debate en la Cámara, la demócrata Ayanna Pressley rechazó lo que muchos republicanos describieron como la autoridad militar inherente de Trump, y exigió la franqueza de la administración sobre las razones para enviar tropas estadounidenses a la batalla.
«No podemos permitir que nuestro país sea metido en otra guerra», dijo.