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El empresario Adán Salazar, conocido también como «Chepe Diablo», y el ex alcalde de
Metapán, Juan Umaña, fueron exonerados de los delitos por parte de los magistrados de la Cámara Segundo de lo Penal de San Salvador.
La Cámara justificó la exoneración y los sobreseyó definitivamente por los delitos de lavado de dinero y activos, ya que habían sido sobreseídos del delito precedente «evasión de impuestos».
Los abogados defensores habrían interpuesto un recurso de apelación, en el que consideraron que ya había sido juzgado antes por evasión de impuestos y que por lo tanto era «cosa juzgada».
La Fiscalía General de la República (FGR) acusaba a Salazar, Umaña y otros de adquirir unas 32 empresas que sirvieron como fachadas para cometer el delito descrito, entre los años 2013 a 2017.