Isaac Bigio
Politólogo, economista e historiador
De todas las 5 bancadas de izquierda, la única en la cual no hubo nadie que votase en contra de la vacancia fue la de «Cambio Democrática», la misma que podría ser la más oficialista, puesto que su jefe, Roberto Sánchez, fue el único ministro que nunca dejó su puesto durante todos los casi 500 días que duró el mandato de Castillo.
Hoy este grupo parlamentario debe sentir que le han utilizado como «moneda de cambio». Uno de sus 5 congresistas, Edgar Reymundo, fue el gestor para que el lunes 5 se archive en la comisión de ética el proceso que buscaba inhabilitar a Boluarte por haber ejercido tareas dentro del club Apurímac tras haber jurado en la vicepresidencia. Gracias a esa votación (que unió a todos los que van desde la izquierda hasta la derecha moderada) se cayó la anterior propuesta de Montoya de primero inhabilitar a la vicepresidenta y luego al presidente, para que así palacio pase directamente a la ultraderecha.
Castillo, en vez de alegrarse de ello, lo tomó con desconfianza, pues veía que justo 2 días antes de discutirse la moción de vacancia, se estaba pudiendo despejar el camino para que su vicepresidenta le pudiese sustituir el cargo, algo que ella misma abiertamente había insinuado cuando dijo que no iba a mantener su portafolio en el nuevo gabinete de Betssy Chávez porque no quería ir ala confrontación y sugería un gobierno de concertación (es decir, de alianza con la derecha).
Uno de los elementos que pudiese explicar del por qué Castillo inesperadamente emitió un mensaje para cerrar el congreso al mediodía del miércoles 7 es porque habría calculado que buena parte de los parlamentarios de izquierda ya habían cocinado sustituirlo para poner en vez de él a Boluarte en la presidencia.
Cuando, a pocos minutos de que culminase dicho discurso presidencial, el Congreso iniciase una votación para vacarle, no hubo un solo legislador de CD o de la izquierda que hubiese cuestionado el procedimiento archi-veloz, ilegal y sin debido proceso. Sigrid Bazán de CD, fue la primera congresista de izquierda en tener que emitir su voto, el cual se daba de acuerdo a listado alfabético, y ella dio un sí a la vacancia. A partir de dicho voto positivo y el que inmediatamente hizo Waldemar Cerrón, Castillo se dio cuenta de que era hora de buscar refugiarse.
Hasta hoy, casi ninguno de esos 2 o cualquiera de los 18 congresistas oficialistas que vacaron a Castillo han explicado su voto. Bazán trató de defender su apoyo a la vacancia aduciendo que él rompió con la democracia. En siguientes Twitters ella muestra que su objetivo fue remplazar a Castillo por Boluarte, en quien ella creía que podía aplicar una política de izquierda y en beneficio de los trabajadores. Empero, cuando Boluarte optó por un gabinete que ni siquiera es de centro, ella se quejó: «Rechazamos un premierato vinculado con la corrupción y esperamos el compromiso claro de reformas
fundamentales, referéndum hacia una nueva constitución y una política laboral clara hacia la clase trabajadora. El pueblo no votó para que se instale un gabinete así»
«Sra. Boluarte exigimos nuevo gabinete. Ud. no puede darle la llave del gobierno a los que perdieron las elecciones. Respete las promesas con las cuales fue elegida».
La ilusión de CD era pensar que uniéndose a toda la derecha y ultraderecha para sustituir a Castillo por Boluarte iba a darse un progreso. Dina estaba condenada a comportarse como la mascota Dino de los picapiedras y ser leal a los «cavernícolas» que la ayudaron a poner en palacio.
CD apuntó a un cambiazo que estaba condenada a ser uno en favor de la democracia si no a uno que derive en un golpe congresal.
El problema con CD es que siempre tuvo un pie en la centroderecha y otro en la centroizquierda. Quien le dio la inscripción a Juntos Por el Perú (de dónde viene CD) fue Yehude Simons, el antiguo ex-preso condenado por estar ligado al MRTA que luego fue Premier de Alan García, que estuvo comprometido en la represión de Bagua de junio 2009 en la cual murieron unas 33 personas. En las últimas municipales de Lima, JPP llevó como su candidato a alcalde por Lima a alguien que había candidateado a ese mismo puesto por el belaundismo y que luego pasó por diversos partidos de derecha.
A pesar de que Bazán, Juárez y otros congresistas de CD han buscado entroncarse con los trabajadores y sus luchas contra las medidas antilaborales de Alva (movimiento en el cual ha estado ausente PL), CD siempre ha tenido ilusiones en Boluarte, al fin y al cabo ella, Vero Mendoza y la ex Premier Mirtha Vásquez son parte del Grupo de Puebla.
Muchos trabajadores no le van a perdonar a Cambio Democrático haberse unido al vacador golpe parlamentario que ha llevado a un cambio antidemocrático.
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