Joaquín Salazar
@JoakinSalazar
“Mi vida cambió, ahora quiero salir para reconstruir mi vida”, dijo Concepción P., privada de libertad, recluida en el Centro de Readaptación de Mujeres en Ilopango. Ella es una de las más de 22 mil personas beneficiadas con el modelo de gestión penitenciaria “Yo Cambio”, que está celebrando su tercer aniversario.
Concepción es parte de muchas historias que desde este viernes y hasta el próximo domingo permanecerán en el Primer Festival Yo Cambio, que tiene como finalidad dar a conocer los avances que se han obtenido en el proceso de rehabilitación y reinserción social de los privados de libertad. Miles de historias han cambiado con el Yo Cambio, que en un inicio surgió en el 2011 como un plan piloto en el Centro Penitenciario de Apanteos, pero que ante el resultado en el 2014 resurge como una política de reinserción y readaptación para privados de libertad.
“El Yo Cambio inició como una respuesta a la situación del sistema penitenciario vivía en ese entonces, el incremento acelerado del hacinamiento, la violencia, la falta de programas de rehabilitación y cada vez más el control que ejercían las pandillas”, reconoció el ministro de Justicia y Seguridad Pública Mauricio Ramírez Landaverde.
De igual manera, el ministro recalcó que actualmente se cubren 15 centros penitenciarios con el modelo Yo Cambio, con una población de 22 mil reos, incluyendo el Centro de Chalatenango y el de San Francisco Gotera, ambos destinados para pandilleros. “Con una gran oportunidad de cubrir dentro de poco a más de 15 mil privados de libertad más, con trabajo en las tres granjas penitenciarias, Izalco, Santa Ana y Zacatecoluca. Y los tres centros de detención menor, en La Esperanza, Izalco y Santa Ana, Mariona, que será inaugurado la próxima semana”, dijo el ministro. Durante tres días estarán a disposición de la familia salvadoreña los productos en el pabellón siete del CIFCO. Además, podrán disfrutar gratuitamente de música, danza, teatro, desfile de modas y degustación de arte culinaria.
Los productos se podrán adquirir a bajo costo, elaborados por privados de libertad en diversos materiales como: madera, hilo, cerámica, bambú, obra en teja, serigrafía, artesanía y confección de diseños.