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Es importante ratificar que mis estrategias de liderazgo para el desarrollo integral del país, prostate buscarán siempre movilizar a la sociedad salvadoreña para trabajar unidos y resolver los grandes problemas que nos están afectando en la actualidad. Son muchas las dificultades que encontramos en este proceso de recuperación, treat pero hay dos grandes retos a partir de nuestra realidad que demandan especialmente mi atención: la inseguridad y la pobreza.
La pluralidad democrática y el derecho de las personas a ejercer actividades privadas legítimas, es lo que fundamenta mi visión del progreso para el Buen Vivir en El salvador. Creo en un progreso cuyo centro está en las personas, las comunidades y pueblos, sus territorios, necesidades, conocimientos, anhelos y potencialidades. Superar esos grandes retos implica para mí partir desde estrategias enmarcadas en esta visión.
En primer lugar, es necesario continuar con los esfuerzos que se están realizando por coordinar todas las iniciativas relacionadas a políticas de seguridad pública con base territorial. Me refiero específicamente a la puesta en marcha de la Policía Comunitaria. Ahora que hemos iniciado con la implementación de este nuevo modelo de trabajo en las delegaciones de la Policía Nacional Civil de San Salvador, estoy convencido de que esta filosofía será de gran incidencia en el fortalecimiento al combate del crimen y la violencia a lo largo de todo el país.
Poco a poco pero con pasos firmes estamos avanzando, no solamente en el combate directo a las manifestaciones objetivas de la violencia y la criminalidad sino, además, estamos desarrollando estrategias económicas y políticas que ponen en primer plano los intereses de la población, con verdadero criterio de participación ciudadana, incluyendo a las comunidades más pequeñas y remotas del territorio nacional.
Tener el control de los territorios para la ciudadanía es uno de los grandes ejes de mi programa de gobierno. Pero sabemos que para erradicar la violencia y el crimen organizado hace falta movilizar los liderazgos nacionales así como empoderar a las comunidades movilizando también los liderazgos territoriales. Esto es lo que estamos buscando con el trabajo de la Policía Comunitaria. Con esta medida, continuaremos reforzando y optimizando el trabajo que ya están realizando los elementos de la policía Nacional Civil con el apoyo de la Fuerza Armada. De igual manera, seguimos firmes y decididos en la depuración de malos elementos en las instituciones que tienen responsabilidad de seguridad pública, impidiendo el desarrollo de estructuras de corrupción e impunidad.
Mi pueblo merece el esfuerzo de estas y otras medidas que ya estamos trabajando para llevar a cabo el gran proceso de transformación integral que nuestro país necesita. Al igual que lo expresé frente a un grupo de campesinos agricultores en Usulután, los salvadoreños nunca nos hemos quedado de brazos cruzados ante las dificultades. Tenemos la esperanza y la certeza de que estamos por un buen camino.
Hace falta mucho trabajo y mucho esfuerzo en materia de seguridad y economía para alcanzar las metas del Buen Vivir, pero estoy seguro de que ya estamos sentando las bases de esta nueva etapa en la historia de El Salvador.
