Iván Escobar
Colaboración
Desde el 9 de enero de 1970 un grupo de salvadoreños parten desde el municipio de Metapán, departamento de Santa Ana a pie hasta la vecina población de Esquipulas, en Guatemala. El viaje comprende una peregrinación religiosa de unos cuatro días, en la cual se lleva la imagen de la Virgen de Guadalupe, en agradecimiento por los favores y milagros concedidos en el último año.
Este 2021 se cumplen 51 años de la tradición, no obstante la pandemia del coronavirus, que está impactando fuertemente en El Salvador, y varias partes del mundo imposibilita el desarrollo de la peregrinación como se hace cada año, razón por la cual el pasado sábado 9 de enero se recordó la fecha con cantos y oraciones, a través de una peregrinación virtual. Esperan el próximo año cumplir con la visita.
Los Caminantes Guadalupanos Salvadoreños recordaron la fecha, con la cual se inicia la peregrinación. La caminata es cada año hasta la Basílica del Señor de Esquipulas, en la vecina nación de Guatemala, y por lo general se llega, el día 12 del mismo mes. La visita de los salvadoreños que son recibidos por pobladores de Esquipulas, y poblaciones cercanas, además se suman otras personas provenientes de otras partes de la región centroamericana, la misma se da en el marco de las festividades del Cristo Negro, cuya fiesta es el 15 de enero de cada año.
La peregrinación es un legado de hombres y mujeres que en la década de los 70s, comenzaron a caminar hasta el templo, y con el correr de los años, sus hijos y familias han continuado con el legado religioso. Portan la imagen de la Virgen de Guadalupe, la cual fue donada por una de las fundadoras de la tradición. En los últimos años, los peregrinos se concentran en una pequeña capilla ubicada a pocas cuadras de la Basílica, y desarrollan durante todas las festividades en honor al Cristo Negro distintas actividades y comparten tradiciones con sus vecinos guatemaltecos.
Este sábado 9 de enero, se reunieron en San Salvador, prepararon un altar conmemorativo a la Virgen, y entre oraciones y cantos recordaron a quienes legaron toda esta tradición, a los que de una u otra forma han contribuido a que la tradición cada año sea mayor, y permitió sumar más personas e instituciones, así como a los fundadores por su constancia. También dieron gracias a Dios, a la virgencita y al Cristo Negro por la salud de los Caminantes, sus familias y amigos, protección en medio de la pandemia del COVID-19, y pidieron salud y protección.
Sofía Lizet Padilla, Guadalupe Solano, Juan Antonio López, Miguel Enrique Ayala, Carlos Alberto Trinidad, Evelyn de los Ángeles Mejía, miembros caminantes, celebraron la fecha, y recordaron que hoy en día, es importante guardar estas tradiciones, que permiten a pesar de la distancia y los riesgos, como hoy por la crisis sanitaria, mantener vivo este legado y unir a las familias.
La actividad en esta ocasión se desarrolló bajo todas las medidas de bioseguridad, “ya que vivimos una nueva realidad, y debemos acostumbrarnos”, señaló José Gómez, uno de sus miembros, durante la transmisión en una red social.
“Queríamos ir más allá, y no quedarnos de brazos cruzados con nuestra tradición como cada 9 de enero, que la desarrollamos truene, llueva o relampaguee (…) debido a la pandemia y ante esta nueva realidad decidimos hacer este encuentro virtual”, compartió.
Este martes 12 de enero, se informó que para recordar la procesión de todos los años, y poder orar y agradecer, se mantuvo durante la tarde abierta la capilla.
La peregrinación de los Caminantes Guadalupanos Salvadoreños inició en 1970, uno de sus fundadores fue Luis Solano “Piocha”, fotógrafo y rescatista salvadoreño, quien por más de 40 años acompañó las visitas a Esquipulas, su hija Guadalupe Solano, forma parte de los caminantes y preserva el legado de su padre, y otros fundadores “que nos heredaron esta bonita tradición”.
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